••𝕾𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖋𝖗í𝖔••𝕻𝖆𝖚𝖑 𝕷𝖆𝖍𝖔𝖙𝖊••

capitulo 8

Muy pocas veces lo hacía, el gusto por ese alimento en particular era horroroso, pero quería desahogarme en algo, con todas mis fuerzas terminé de succionar el líquido carmesí mientras me alejaba, mi cuerpo estaba completamente manchado de sangre, el oso había dado pelea.

Camine hasta encontrar un pequeño rio, comencé limpiando mis manos, luego mi boca, después de aquel incidente no tenía ganas de ver a alguien, miraba un par de árboles dudando si subir y dormir o volver a mi hogar, cuando comencé a escuchar pisadas detrás de mi.

- en serio eres difícil de rastrear, por un momento tu olor fue casi imposible de seguir - habló Paul llegado con unos shorts de mezcliya y una camiseta.

- que es lo que quieres? Estoy ocupada desahogandome.

- tenia curiosidad de ver hasta donde llegabas, saliste corriendo, tuve que quedarme con Jacob para evitar que salte sobre su padre para hacerle preguntas, en forma de lobo.

- ya viste que ya estoy llegando a mi hogar, así que me voy.

- espera un poco - habló siguiendo me - no tienes curiosidad por nada de los lobos? No soy experto pero la mayoría quiere entender el tema de los lobos gigantes.

Eso me detuvo un momento, toda la información que tenia eran algunas leyendas de Internet sobre la cultura de la tribu quileute pero nada más.

- tienes curiosidad! - grito al ver como mis ojos se quedaban pensando.

- solo un poco - me excuse dándome la vuelta.

- ven, iremos a la casa de Sam, si quieres saber sobre los "grandes guerreros lobo" debes conocer de donde vienen, además necesitas un poco de ropa - río para mirar a otro lado.

- no me digas que también eres de los que le da vergüenza verme desnuda - lo mire riendo mientras lo seguía - en Alaska les era más fácil ya que decían que podía enfermarme, pero aquí, la desnudez me es mejor.

- ya lo note, primer encuentro con la manada y todos ya hablában de la chica blanca desnuda, aun recuerdo mis primeros días, después me obligaron a usar shorts, ya que varios cenderistas vieron a un chico muy guapo correr desnudo por el bosque - los dos reímos y en un movimiento se sacó su camiseta y yo solo suspire antes de colocarmela.

- sabes, si las leyendas son ciertas tus antepasados no tenían miedo de andar por ahí con... El regalo a la vida.

- si pero ahora existe el Internet y no quiero que mi regalo se divulgue por ahí.

Los dos solo reímos para después seguir camino.
Entre charlar y charlar llegamos a la casa, se veía un poco más tranquila aunque todo se arruino cuando vimos como algunos niños salían corriendo, parecían tener entre 10 y 12 años, después salieron Embry y Quil, quienes al verme salieron contentos.

- Olwen! No sabes como esperábamos que llegues! Paul es insoportable y más ahora que esta atado de huevos - se burlo Quil.

Yo solo mire por encima del hombro al chico antes de seguirlos, en la casa nos esperaba Emily, ella sonrió al verme y abrazarme, pero al notar que no traía nada puesto se alejo.

- déjame buscarte algo de ropa, creo que tengo algo por ahí que te quedara bien.

- no hay problema, normalmente ando por la vida.

- insisto, hay ojos aquí que sacaré yo misma.

Al girarme a ver de quien hablaba note como los 3 muchachos silvaban de manera desentendida mientras miraban los muebles como si jamás hubieran visto uno antes.

- hombres - suspire mirando hacia la cocina y el olor a pan que comenzaba a quemarse llegó a mi, al acercarme y abrir el horno, note como algunos muffins se estaban comenzando a quemar, por lo que decidí sacarlos para evitar una tragedia pero olvide un detalle importante los guantes de cocina.