Los niños antes de Navidad nunca quieren dormir, creen que mientras sus sentidos están dormidos, los regalos llegarán para quedarse bajo su árbol, normalmente los padres simplemente esperan que sus hijos duerman, otros intentan convencerlos.
- cuéntame un cuento - susurro la pequeña rubia desde su cama con su peluche de lobo entre sus brazos.
- no dormirás aunque te cuente uno - se negó la mujer mientras encendía la calefacción por las bajas temperaturas de Alaska.
- por favor mamá, quiero escuchar el cuento del vampiro y la damisela.
- tu tía Kate recibirá su merecido por contarte esa historia.
- cuéntala y dormiré ni bien la termines.
- es una promesa pequeña Olwen - acepto con un suspiro mientras se recostaba junto a la niña en su cama.
Cuando los humanos nacieron, tenían una vida muy corta, tan corta como lo que tarda en corazón de una abeja en volver a latir.
- tan poco? - pregunto la niña de rizos cobrizos mirando a la mujer rubia.
- eso dicen pequeña.
Los seres de luz al ver esto, quisieron ayudar a la humanidad a poder disfrutar lo que el mundo les regalaba, 2 ángeles bajaron, uno con apuro se acercó a una mujer y un hombre, corto sus dos muñecas y vertió en la boca de la pareja exactamente 100 gotas, una por cada año que podrían llegar a vivir.
- entonces ellos se convirtieron en vampiros? - pregunto la niña asombrada.
- ellos se convirtieron en humanos - aclaro Olwen.
- y el otro ser de luz?
El otro ángel, indeciso de a quien darle su sangre, vio a un joven, este en su corta existencia no había podido comer ni siquiera sabía cuál era el gusto de algo tan simple como el agua, el ángel apiadandose de el, decidió darle su sangre solo a él, pero aquel humano al saborear la sangre por primera vez, sufrió un frenesí, desesperado bebió cada gota de sangre, asesinando al ángel en el procesó.
Tanta sangre en su cuerpo lo hizo diferente a los humanos, ante la luz, su piel brillaba tanto como la de aquel ángel, su cuerpo, tan fuerte y rápido, solo buscaba el único alimento que conoció en su vida ahora eterna, la sangre, y el único lugar sonde podía encontrarlo fue en los humanos, a medida que los humanos cambiaban y se reproducían, el vivía estatico, sin siquiera ver su cabello crecer.
En su soledad, el vampiro busco compañía, una compañera eterna, con el tiempo descubrio que de su mordida podía crear a más seres iguales a el.
- esa es la mordida que le dio papa a mamá?
- más o menos, tu padre en realidad lo hizo para salvarla.
De entre los miles de humanos que conoció, encontró a una que llamó su atención, ella tenía algo en su mirar que la hacía tan llamativa, que el vampiro no dudo en acercarse le, con engaños y trucos, la engaño para que ella aceptara la eternidad junto a él, una eternidad para crear bastagos junto a él.

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••𝕾𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖋𝖗í𝖔••𝕻𝖆𝖚𝖑 𝕷𝖆𝖍𝖔𝖙𝖊••
Fanfictionel frío es algo con lo que se aprende a vivir, pero más cuando todo lo que conociste fue la piel fría, que al momento de conocer el calor, no lo quieres soltar, aunque ese calor sea el fuego del mismo infierno