capitulo 41 MARATON 2/5

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La soledad, estar recostada mirando el mundo, de que sirve? De qué sirve estar así, tal vez me siento así porque nunca pude despedirme, perdimos el sentido de la eternidad, crees que algo es eterno simplemente porque no acaba rápido, sabes que un vaso de agua terminará rápido si lo comienzas a beber, pero para un vampiro, crees que jamás se terminará, en mi mente estaba en un estado horrible, cada respiración era como mil punzadas, las interacción con las personas eran difícil de mantener, Paul era el más dañado, lo podía ver en sus ojos, me odiaba por eso, no podía controlar lo que sentía, con un suspiro después de mucho tiempo miré mi ventana, en un pino podía ver la figura de Alistair, el siempre estaba ahí, cantaba canciones en diferentes idiomas, otras veces escuchaba como le hablaba a una imagen que no podía ver,  pero este día fue diferente, dejó su trabajo de esculpir algo en madera, para bajar al suelo.

Comencé a escuchar susurros, no era extraño escucharlos, pero algo en mis piernas me hizo levantarme, caminar hasta la ventana, eran Paul y Alistar, ambos hablaban susurrando, pero con mi oído pude escuchar.

- es más parecida a su madre de lo que cree, ella era valiente, pero se destaviliza fácilmente, por eso mismo... hay que ayudarla a levantarse, cuando pierdes algo... necesitas más que una rueda para levantarte, yo lo sé, tarde mucho tiempo en darme cuenta de eso, perder todo y luego cuando creí que podría seguir adelante, perdí a Isa.

Alistair era un mundo de secretos, el era algo así como un ser sin sentido, el podría irse cuando quisiera, pero ahora... el estaba dispuesto a quedarse, al perder a mi madre, solo esperaba ser consolada por Paul, mi familia y posiblemente mis primos, pero el... simplemente no sabia que hacer cuando sentí su mano en mi espalda alta, era un toque extraño, como el de un padre a su hijo.

Por que actuaba así conmigo? Esa conversación escuchada aclaraba un poco las cosas, conocía a mi madre, que tanto la conocía? No lo se.

Simplemente mantuve mi vista en ellos un poco más antes de escuchar como abrían mi puerta para ver a Tanya con un plato de comida.

- Esme preparo esto, debes comer algo, aunque sea un poco de pan.

Con una mirada triste simplemente volví a mirar hacia la ventana para ver como ambos habían desaparecido, y como un efecto cadena, volví a mi estado de profundo silencio tanto mental como físico.

A excepción de que al ver mi marco de la ventana, encontré una escultura pequeña de madera, era un pequeño bebé, abrí mi ventana para tomarlo en mis manos, me recordaba a algo,  pero no sabía a qué, hasta que Tanya se acercó a mí y con una sonrisa dijo:

- oh eres tu de bebe, quien lo hizo? - pregunto mirando la escultura, con una mirada confundida volví a tomar la pequeña escultura, ¿como sabia que era yo? - la manta que tiene el bebe, llorabas todo el tiempo, tu madre desesperada busco entre algunas cosas de tu madre y encontró una manta, de lunares, solo dormías con eso, y mira en la escultura hay pequeños relieves de lunares.

Yo simplemente rei al sentirlos, sabía que Alistar hacia esto, pero no sabía que hacía directamente ahí.

Cuando el almuerzo comenzó, todos estaban desesperados por tomar algo de la comida, yo no tenía apetito, tenía el veneno en mi sangre lo evitaba

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Cuando el almuerzo comenzó, todos estaban desesperados por tomar algo de la comida, yo no tenía apetito, tenía el veneno en mi sangre lo evitaba.

- oigan le pusieron azúcar a la comida? - pregunto Will mientras dejaba de comer.

- no, por que lo dices? - pregunto Quil.

- es que hay un extraño sabor dulce en mi boca.

- oh no es eso es más bien... - intento explicar Leah pero no sabía como explicarlo, le complicaba mucho intentar que un niño de 15 entienda sin confundirse.

- soy yo - hable por primera vez haciendo que todos me miren sorprendidos - en mi sangre  hay magia Quileute y veneno, de los vampiros, cuando quiero puedo cambiar a cualquiera de esos dos estados.

- wow... eso es genial!!! No sabia que un alfa puede hacer eso!

- ella es edición limitada - habló Paul haciéndome sonreir por su comentario.

Al final el almuerzo siguió como si nada mientras todos hablaban, lentamente el veneno dejo se correr por mis venas, el hambre en mi se comenzó a extender, aquel plato de comida se volvió llamativo y con un moviento de tenedor, comencé a comer lentamente mientras volvía a saborear todo.

Paul se veía feliz, eso me hacía feliz, en mi mano derecha tenía aquella escultura y recordaba lo que dijieron aquel día. Puedo destavilizarme rápido pero siempre voy a tener gente que me ayude a volver a estar bien, como mi madre, como mis madres, Isabella y Irina.

- tienes sueño? - pregunto Paul mientras nos recostabamos en la cama juntos, simplemente asentí mientras era atrapada por las sábanas y por sus brazos - hoy hablaste, extrañaba escucharte

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- tienes sueño? - pregunto Paul mientras nos recostabamos en la cama juntos, simplemente asentí mientras era atrapada por las sábanas y por sus brazos - hoy hablaste, extrañaba escucharte.

- yo también - susurre dándome la vuelta para abrazarle.

Ambos estábamos en completo silencio, estaba cerrando mis ojos mientras escuchaba sus latidos, esa era la mejor forma de dormir, poco a poco el morfeo me llevó a aquel mundo de sueños que tanto anelan las personas.

Al abrir mis ojos me encontraba en Alaska, específicamente el bosque, usaba el traje que Alice me había dado para entrar en fase, mientras comenzaba a caminar escuche el sonido de dos mujeres cantando, yo no entendía quienes eran, pero al llegar a donde provenían esas voces encontré a una mujer de espaldas pero estar cerca de ella me encontré a mi madre, Isabella, con los ojos aguados corri a ella para abrazarla, una hoguera cerca de nosotros ardía pero por alguna razón su cuerpo estaba frío.

- mama...

- mi pequeña niña - habló tocando mi mejilla su tacto me dio escalofríos.

Mire su otra mano, cuando la tome y volví a levantar la vista su rostro estaba pálido, sus labios azules, estaba asustada, de pronto pude olor algo, era dulce, dulce como un vampiro, la hoguera a la cual no le había prestado atención comenzó a volverse extraña, como si se pudiera ver algo dentro de ella, soltando las manos de mi madre camine hacia ella, pero cuando pude acercarme a una distancia considerable una mano en llamas me sujeto, y desde dentro de las llamas, mi madre, Irina, mirándome con dolor en sus ojos mientras su cuerpo se consumía en llamas.

Cerré los ojos asustada antes de comenzar a gritar, lo último que escuché fueron los gritos de Paul intentando despertándome.

- Olwen! Olwen despierta tienes una pesadilla! - sus gritos hicieron que vuelva a la realidad hasta que pude volver a coordinar solamente me sujete a el, comenzando a llorar mientra el me consolaba, no quería volver a cerrar mis ojos, tenía miedo.

- quiero irme de aquí, no quiero sentir su olor.

- esta bien, todo estará bien, lo prometo.

Y así fue, lo que Paul prometía lo cumplía aunque le costará mucho.

••𝕾𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖋𝖗í𝖔••𝕻𝖆𝖚𝖑 𝕷𝖆𝖍𝖔𝖙𝖊••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora