capítulo 46

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No podía conciliar el sueño, la llegada de mi cumpleaños no era algo de lo que me importara tanto, por suerte no había muchas personas que lo supieran, por lo que estaba relajada.

Mientras intentaba contar ciervos sentí un tibio bravo alrededor de mi cintura - no me dejas dormir - se quejo mi compañero.

- no se estaría notando, iré a caminar - intente decir pero su agarre se fortaleció.

- en un par de minutos tendrás 17, quiero decirte feliz cumpleaños - dijo adormilado pero me parecía divertido verlo así.

- los importantes son los 18 - le dije con una sonrisa.

- mañana faltare a la escuela y haremos un par de cosas.

- esta bien, pero ahora duerme lobito.

Mentiría sino dijiera que desde pequeña adoraba mi cumpleaños, el día en que al despertar toda mi familia me esperaría con muchos obsequios, pero ahora se sentía diferente, mi familia había crecido, ahora tenía una manada, una sobrina, 3 hermanos, de los cuales una posiblemente me quería muy lejos y Paul, mi impronta, habían cambiado muchas cosas en poco tiempo.

Mentiría sino dijiera que desde pequeña adoraba mi cumpleaños, el día en que al despertar toda mi familia me esperaría con muchos obsequios, pero ahora se sentía diferente, mi familia había crecido, ahora tenía una manada, una sobrina, 3 hermanos,...

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- muy bien desayuno de cumpleaños listo - dijo Paul dejando mucha comida frente a mi.

- esto es mucha comida, esperamos a alguien? - pregunte mirando todo.

- la verdad no deberíamos estar esperando, viven cerca como llegan tarde? - pregunto Paul a si mismo mirando por la ventana.

Intentaba entender sus palabras cuando pude escuchar el ruido de la puerta abrirse de una patada, los dos miramos a una Rebecca muy feliz con un pastel en sus manos y toda la manada detrás de ella junto a Charlie y Sue.

- eso podría tomarse como entrada a propiedad privada Becca - dijo Charlie mientras entraba.

- al diablo con la ley, ahora dos de mis hermanitos tienen 17, en 4 años los llevare a bares.

- yo también quiero ir! - grito Seth quien rápidamente fue callado por su madre.

- eres muy joven aun Seth Clearwater.

- muchas a gracias a todos por venir - agradecí mientras sentía como Paul me abrazaba.

Mi sonrisa fue inmensa mientras desayunabamos, entre risas me había enterado que Rachel se había negado a venir, según Embry parecía una loca ya que tenía su cabello enmarañado y sus ojos hinchados de tanto llorar, quise sentir pena por ella pero tanto Jacob como Rebecca me explicaron que esto era lo mejor, ya que en algún momento tenia que caer en cuentas de que no todo era para ella.

El día había seguido con calma, con todos habíamos marchado a la Push donde pasamos el día en la playa, todo era muy divertido aunque me extrañaba no haber recibido ninguna llamada de Bella o los Cullen, también de los Denali o incluso de Alistair.

- vamos Olwen un juego de fútbol, por las bebidas - pidió Quil mientras me empujaba hacia la cancha.

- no somos suficientes para un partido Quil - intente detenerlo mientras reía por su actitud de niño.

- yo seré el central! - escuche el grito de alguien a mis espaldas a quien reconocí enseguida.

- Kate?!  - pregunte sorprendida viéndolo bajar de una Jeep junto al resto de la familia - que hacen aquí? El tratado...

- hice algunas llamadas y conseguí un pase libre por un día a cambio de seguro medico a algunos ancianos de la reserva - dijo Carlisle acompañado de su esposa.

- es sorprendente me alegra verlos aquí yo... - estaba tan eufórica que mi sonrisa lo decía todo.

Si tuviera que describir aquel momento lo definiría como alegría, ver a todos hablando y riendo, obviamente aun habían algunas divisiones pero todos estaban felices, hasta Alistair estaba en la playa aunque había decidido quedarse en la parte trasera de la camioneta sentado, ya que según el odiaba la arena en los zapatos, todo estaba tan bien que me permití recostarme en la arena junto a Paul mientras sentíamos las olas chocar con mis pies.

- recuerdas cuando decía que la imprimación no nos haría efecto - pregunte riendo.

- al final caíste frente a mis encantos de lobo seductor.

- o tu caíste en mis encantos de alfa empoderada.

- dejemos lo en empate.

Con el atardecer ya amenazando con caer estábamos haciendo una fogata donde contar historias, la misma parecía pequeña así que me ofreci a buscar más leña, estaba buscando ramas secas cuando un olor peculiar llegó a mi, este era extraño, como si alguien familiar estuviera cerca pero parecía desesperado, con un poco de preocupación recibí una llamada a mi teléfono la cual atendí.

- hola?

- Olwen - se escucho la voz débil de Billy - donde estas? - pregunto pero me asusto el como su respiración parecía desesperada.

- en la push, por que preguntas? Esta todo bien?

- dejo su medicamento, no sabia que lo tomaba, ya llame a la ambulancia pero no se donde fue.

- quien? Billy me estas asustado, que sucedió?

- ella me atacó, Rachel....

Cuando escuche su nombre no conseguí procesar nada porque sentí como alguien salto sobre mi clavando algo en mi espalda, al girarme me encontré con Rachel con cuchillo en mano y una mirada demente en ella.

- que demonios...! Que le hiciste a Billy?! - grite mientras sujetaba mi herida en el hombro.

- el quería alejarme de el! Tu quieres alejarme de el! PAUL ES MIO! - grito intentando saltar sobre mi otra vez pero la conseguí esquivar.

- el no es tuyo! Estas loca! Baja ese cuchillo no quiero hacerte daño! - intente persuadirla.

- hacerme daño?! Eres un monstruo! Paul merece a alguien como yo!

- YO LA QUIERO A ELLA! - el grito de Paul se escucho a lo lejos mientras lo veía correr - Rachel nunca existió algo entre nosotros, Olwen es a la que amo!

- no! NO ES VERDAD! Tu me amaste, yo lo sé - comenzó a soltar lágrimas mientras caminaba hacia mi con el cuchillo extendido - ella ya no se va a interponer entre nosotros!

Perder sangre te hace más lento, pero el mundo en cuestión sigue moviéndose, por lo que ver aquella secuencia fue desgarradora, aquel cuchillo nunca llegó a mi, se había desviado a la persona que menos quise que saliera dañada, los 3 nos quedamos en silencio unos segundos viendo aquel arma en la piel de uno de nosotros, pero lo que comenzó a provocar mis gritos fue cuando cayó al suelo soltando sus últimos suspiros acelerados.

••𝕾𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖋𝖗í𝖔••𝕻𝖆𝖚𝖑 𝕷𝖆𝖍𝖔𝖙𝖊••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora