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El reloj marcaba las diez cuando el auto se detuvo abruptamente

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El reloj marcaba las diez cuando el auto se detuvo abruptamente. Nina, que iba en el asiento trasero, tomó sus pertenencias, se arregló el peinado y le agradeció al conductor para luego bajar del vehículo.

—Bienvenida, señorita Orwell —saludó el portero con una sonrisa.

Nina le devolvió la sonrisa y se encaminó hacia el interior de la recepción, donde fue recibida por Morgan, la secretaria.

—En un momento llega Kate —le dijo la chica tras guiarla hasta su oficina. Nina se sentó frente al escritorio, no sin antes quitarse las gafas de sol, y se volvió hacia ella—. ¿Le gustaría una taza de café? También tengo una gran variedad de infusiones herbales.

—Gracias. Por lo pronto, un vaso de agua está más que bien —respondió Nina a la vez que revolvía el interior de su bolso en busca del bote de aspirinas que había alcanzado a echar antes de salir esa mañana.

Morgan volvió a los minutos con una botella de agua y se retiró. Nina no tardó ni dos segundos en beberse la mitad para tragarse la píldora.

—¿Mañana pesada?

Recargada en el marco de la puerta, se encontraba Kate Milton, la representante que había llevado a Nina de la mano desde el comienzo; la mente maestra detrás de su recién (y creciente) éxito.

Nina asintió, haciendo un gesto con la mano que simulaba una soga al cuello.

—Prometo que acabaremos pronto para que puedas regresar a dormir —dijo Kate mientras sacaba de los archiveros un par de carpetas.

Durante la siguiente hora estuvieron repasando las actividades más cercanas en el calendario; sesiones fotográficas, entrevistas y unas cuantas audiciones que Nina decidió postergar al inicio del año. Arrepentida, se vio obligada a firmar cada una de ellas, poniendo fin así a sus largas vacaciones.

—Una cosa más antes de que te vayas —dijo Kate con esmero—, cuida tu vida privada, Nina. Si de algo te sirve este consejo, tómalo. He trabajado para muchos artistas, y, por más fama que tengan, los periodistas siempre terminan escabulléndose en su vida. Tú estás a punto de dar un salto tremendo en este mundo; con una película esperada por muchos, papel protagónico y al lado de Cillian Murphy, vas a catapultar a ser una de las favoritas del medio artístico. Tienes que prepararte.

Nina emitió una risa nasal, un tanto burlona.

—Más que darme ánimos, me haces querer abandonarlo todo y regresar al teatro —dijo a la vez que se levantaba para marcharse—, pero, supongo, que eso ya no es opción.

Kate caminó junto a ella hasta la puerta de su oficina.

—Ya eres parte de este mundo, querida —dijo Kate—. Nos vemos en una semana. No olvides que estaré enviando la confirmación del viaje a Londres en estos días a tu correo.

Nina asintió, se despidió de ella y salió a toda prisa del lugar. Afuera la esperaba su auto, y, junto a el, su conductor de confianza, cuya sonrisa se ensanchó al verla andar hacia él. Con el semblante afable, procedió a abrirle la puerta para que esta subiera en la parte trasera del vehículo, antes de ocupar él mismo el lugar del piloto.

AGAPE ⭒ CILLIAN M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora