Capítulo 2

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Michael.

Fuera de la mansión, Chucho y Nelly se pusieron de pie al ver entrar un auto a toda velocidad por la entrada hasta quedar enfrente de la mansión. Los guardias que estaban por todo el jardín fueron a ver qué ocurría, en medio de gritos y alboroto.

Un hombre salió del vehículo a toda prisa, dirigiéndose al asiento del copiloto, donde sacó una persona que parecía estar gravemente herida en el abdomen, mientras que, de los asientos traseros, salían otras tres más a ayudar al herido. Un hombre que iba rapado, otro muy fornido y el último que estaba más subido de peso.

-¿Qué demonios está pasando? -salió Ciro de la mansión, molesto, siguiéndole los demás detrás suyo -¿Giovanni?

-¡Papa! ¡Fue una emboscada! ¡todo fue una maldita emboscada! Hirieron a Carmelo, y mataron a Lucio -le dijo el hombre que llevaba cargando al herido, quien iba derramando sangre por todo el pavimento.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¿Ezekiel hizo esto?

Varios hombres tomaron al herido, tratando de atenderlo y detener la hemorragia que llevaba en el estómago, mientras Giovanni trataba de recuperar el aliento para explicarse.

-Alguien nos traicionó, todo fue una trampa. ¡Nos emboscaron en nuestra propia base! Ezekiel dijo que, si seguíamos tardando en responder su oferta, seríamos considerados como sus enemigos. Disparó y robó toda la mercancía que teníamos, y tomó nuestra base; apenas y logramos salir vivos de ahí. Lo siento, yo... Carmelo trató de luchar, pero eran demasiados.

-¿¡Y ustedes para qué demonios les estoy pagando!? -Ciro se dirigió furioso hacia los tres hombres que les acompañaban, quienes solo agacharon la cabeza con vergüenza- ¡Se suponía que tenían que proteger a mis hijos!

-Ese es el problema- Anunció Giovanni, sin ningún esfuerzo ser sutil o discreto- Uno de ellos es un traidor que está con los Lirios, y les dijo todo para que pudieran emboscarnos. Me di cuenta, porque el muy infeliz fue quien le disparó a Carmelo a traición pensando que nadie lo veía.

-¿Qué dices?

-Es ese hijo de perra de... -Giovanni señaló al hombre calvo, pero antes de que siquiera pudiera terminar la frase, este desenfundó su pistola, y le disparó en seco a Ciro en el pecho, quien cayó al suelo de espaldas, a la vista de todos.

-¡NO! -gritó Giovanni al ver su padre caer al suelo, quien de inmediato se dio la vuelta y trató de arremeter contra el hombre calvo, pero el fornido lo tomó del cuello, levantándolo en el aire para después azotarlo contra el suelo

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-¡NO! -gritó Giovanni al ver su padre caer al suelo, quien de inmediato se dio la vuelta y trató de arremeter contra el hombre calvo, pero el fornido lo tomó del cuello, levantándolo en el aire para después azotarlo contra el suelo.

Michael, al estar más cerca del hombre calvo, actuó con rapidez, y tomó de los brazos al hombre para que no volviera a disparar el arma, apuntando hacia arriba por la desesperación, y soltando varios tiros al aire mientras forcejeaban por el poder del arma.

Esaú se abalanzo contra el hombre fornido, quien trato de golpearlo , pero este lo esquivo con facilidad, dándole una dura patada en el mentón que lo termino por derribar, mientras que los demás guardias sometían al hombre obeso con fuerza contra el suelo, aunque este gritaba diciendo que él no tenía nada que ver.

Crónicas de un criminal. La danza de la muerte (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora