"Quien con monstruos lucha, cuide de convertirse a su vez en un monstruo".
Arthur se encuentra en su punto más bajo hasta ahora. El deterioro moral y mental que ha tenido que soportar tras varios acontecimientos trágicos y traumáticos le han llevad...
En cuanto se percató de su presencia, Michael no dudó por un segundo. Desenfundó su cuchillo de caza que tenía en el cinturón de su pantalón, y saltó desde las escaleras hasta el lirio que se encontraba esculcando los cadáveres del piso de abajo. Antes de que pudiera verlo, Michael ya estaba encima de él, apuñalándole el cuchillo directo en el cuello, provocándole una hemorragia inmediata que le terminó por quitar la vida a los pocos segundos. Michael de igual modo lo apuñaló repetidas veces por toda la cara y el cuello hasta que el cuerpo dejó de moverse por completo. Una vez se aseguró de que su víctima se encontraba muerta, se levantó, y se limpió la sangre del rostro con la manga de su chaqueta. Recupero el aliento, y volvió a enfundar su cuchillo de nuevo en su pantalón.
Lo primero que tuvo en mente Michael una vez Esaú le obligará a que huyera de la pelea con Ezekiel, fue buscar una nueva arma de fuego. Y eso fue justo lo que hizo después de que se encargará de aquel indeseado intruso. Comenzó a rebuscar entre los cadáveres de la habitación de abajo, hasta que por fin logró dar con un revólver que parecía estar en buen estado.
El cargador estaba lleno, lo que significaba que su anterior dueño no lo había usado ni siquiera una vez, significando que no había matado a nadie; lo que inevitablemente le dio un poco de pena a Michael. Pero no había tiempo para estupideces sentimentales.
Enseguida, subió las escaleras de nuevo a la habitación donde su amigo se encontraba peleando, dispuesto a reventar a tiros a Ezekiel; pero cuando llegó, se dio con la sorpresa de que la habitación se encontraba vacía. Busco con la mirada, pero al no encontrar rastro de ninguno de los dos, supo que no podía quedarse más tiempo antes de que alguien subiera y lo terminará por acorralar. Tenía que encontrar a Chucho y Nelly, y decirles que la misión se cancelaba. Así que, sin perder el tiempo, salió de la habitación, y bajó las escaleras para poder salir de aquella zona de una buena vez.
Pero una explosión que hizo retumbar el suelo le cortó el paso, ocasionando que tropezara y cayera al suelo cubierto de sangre. Trató de levantarse lo más rápido que pudo, y a rastras, lograr salir de la habitación. Pero cuando miro a su alrededor, lo que vio fue una auténtica carnicería.
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Los "policías", habían logrado entrar a la base, pero Michael supo al instante que esos no eran ninguna clase de policías, ni siquiera podía considerarse del ejército. Los "policías" estaban masacrando y ejecutado a los Lirios de la base sin piedad alguna. Los tiraban desde grandes alturas por la borda de la base, los ejecutaban en el acto pese que algunos se rendían y tiraban sus armas, e incluso un par de los "policías" tenían montado lanzallamas con los que quemaban vivos a los lirios, deleitándose con sus gritos de agonía.
Michael se dio la vuelta al instante, y trató de entrar a otra de las habitaciones que daban hacia unas escaleras a la planta baja de toda la base. Pero justo antes de entrar, logró ver como alguien pasaba por la puerta, a lo en un movimiento automático, Michael apuntó su arma y jalo el gatillo, dando justo en la oreja a su víctima, matándolo al instante. Pero antes de que pudiera avanzar, un tipo enorme apareció de la nada, con lo que parecía un hacha enorme de construcción, con el que intentó rebanar a Michael. Este, de la sorpresa, solo se aventó hacia atrás, cayendo en su propia espalda, logrando esquivar el brutal ataque. Aun en el suelo, el tipo se lanzó de inmediato contra Michael, levantando con ambas manos la pesada hacha, y arremetiendo contra él. Lo logró esquivar por poco, dando un giro en el suelo, haciendo que el hacha se incrustara en el pavimento, haciendo que el tipo enorme tratará de sacarla de forma desesperada. Esto Michael lo aprovechó al instante, y sin perder un segundo más, apuntó su arma, y le metió dos tiros a quemarropa justo en el cráneo al sujeto, haciendo que cayera al suelo al instante, muerto.
