Emma
Este sepulcral silencio me trae toda la calma que necesito, dejo caer los codos sobre las rocas y me deleito con la vista que ofrece el ventanal. El clima cada vez es más cálido y el aire que cae en mi rostro hace que el cabello se vuelva sobre el mismo, me recuerda al invierno en que apenas iba llegando a la mansión.
El agua que rodea la isla se mantiene mansa y bajo el puente que nos conecta a la carretera, subo la vista al cielo y... ¿Qué carajos?
Frunzo el ceño, más que confundida cuando una avioneta nos sobrevuela a la vez que forma palabras.
"Última oportunidad, tengo un jet que no dudaré en despegar"
Niego, esto solo puede ser obra de Nicolás.
— Admiro tu perseverancia —comento al cielo —, pero mi respuesta no va a cambiar.
Dejo de lado cualquier pensamiento hacia él, una vez me percato de que nunca llamé a Megan para avisarle de esta locura. Me parece que sus amenazas de muerte van a ser realidad debido a que soy la peor amiga del mundo en estos momentos.
Tomo mi celular y una vez en el chat le pico al botón de videollamada, como cosa rara, se deja ver con una sonrisa al primer timbre.
— ¡Emma! —chilla —. ¡Tiempo sin verte!
— Bueno, solo ha sido como máximo una semana.
— ¡Para mí es una eternidad! —se queja obviando la situación y yo solo río para aligerar mi mente.
— ¿Ya sabes si es niña, como querías?
Guarda silencio conteniendo la emoción mientras se mueve como loca por el lugar buscando algo.
—¡Mira a tu sobrina! —grita, sosteniendo el ultrasonido frente a la cámara.
Sonrío compartiendo su emoción.
— ¡La podemos shippear con el niño!
— Ya decía yo que estabas muy calmada, ¿y Konstantin?
— No me hables de ese tipo. —su expresión cambia a una sombría.
—¿Qué pasó? —pregunto con preocupación.
— ¡Que no debí casarme! —confiesa —. !Infiel, sádico y predicador!
— ¡¿Te engañó?! —tengo que repetirlo, ni yo me lo puedo creer.
— No quiero hablar de eso, cambia el tema.
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Tormento Inmoral [+21]
Teen FictionDisparos. Sangre. Muerte. Todo pecado tiene penitencia, y por ello la desgracia ha caído sobre los Davies, dejándolos en el ojo del huracán se ven obligados a atenerse a las consecuencias de su depravación. La pequeña Emma, devastada y con el cora...