Capítulo 14-Hizo cosas horribles 🙄

372 62 14
                                    

Emma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Emma

Creo que mi lista de traumas no dejará de crecer. Después de anoche, es imposible ver a mamá de la misma forma, y sí, tal vez sufrió, pero el dolor que le causó a su familia fue peor que eso.

No hay justificación para arruinar esas vidas.

La observo de reojo, camina a mi ritmo por la calles de la ciudad, no se quita las gafas oscuras y seguro que oculta ojeras. Luce perdida, cómo si se reprochara algo.

— Mamá —llamo, de manera inocente —. ¿Estás bien?

Obviamente, man...  Solo se besó a su hermano estando casada.

Sacude la cabeza, como si mis palabras la sacaran del trance. Luego, me observa sin tardar en esbozar una sonrisa capaz de engañar a cualquiera, pero ya no lo hace conmigo. «Solo finge»

¿Será que si lo quiso? Sonaba dolida, no los soporta y...

— Por supuesto, lo estoy. Solo no puedo creer que ya te vas a casar —suspira —. Me enorgulleces, Emma.

Claro, y eso que la querías vender al Brayan gringo, alias Bradley.

Me gusta creer en sus últimas palabras, y en este estado no puedo evitar que mis ojos se empañen. Sea lo que sea, esta farsa es muy real y ella no deja de ser mi madre.

Correspondo a su sonrisa, y con las manos sobre mi espalda baja me esfuerzo en caminar. Ya me convertí en lo que tanto temía, me balanceo y camino con las piernas separadas debido al roce.

De aquí a un mes, ya estaré rodando.

No pasa mucho tiempo para que la tienda aparezca, la prueba final con mi vestido es hoy debido a que en tres días lo usaré. Los nervios me carcomen desde que pasamos bajo la puerta y una vez dentro, las mismas personas de la otra vez nos reciben.

— ¡Señorita Emma, está cada vez más hermosa! —saluda efusivamente la señora de cabellos blancos. Es muy tierna.

— Usted no se queda atrás —respondo —. Déjeme presentarle a mi madre, Clarissa.

Su expresión es de total sorpresa.

— ¿En serio? Yo pensé que la señora Bella lo era —nos sonríe —, si son idénticas.

Si lo que les gusta es ver el mundo arder, preséntense con la costurera.

La expresión de mi mamá no tiene precio, se quitó las gafas llena de indignación y con ojos furiosos se dedica a destruirla dándole aquella mirada que pone a un niño a temblar.

— ¿Dije algo malo? —se desentiende.

— No.

— ¡En su vida vuelve a decir que la madre de mi niña es esa señora! —le brama, haciendo que se sobresalte con una pizca de terror. —No quiere tener problemas...

Tormento Inmoral [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora