Scarlett
Reaccione justamente cuando mis amigos habían dicho “jaque mate” y escuchar como mi gran amigo comenzaba a gritar como un total maniático y corriendo a quién sabe dónde.
—¡¿Qué carajos…?! —pregunté sacada de mi trance y los observe. —. ¿Qué pasa, qué hice? —volví a preguntar y soltaron una carcajada escandalosa. Fue que me di cuenta que estábamos en el patio delantero del hospital jugando ajedrez sobre una pequeña mesita.
—¡Te gané! —grito William emocionado y corriendo sin rumbo alguno.
—Técnicamente… —Isabella se había acercado a mí y me miró detenidamente. —. ¿Eres Scarlett…? —me preguntó y asentí con la cabeza sin saber qué caramba había pasado.
—¡¡EN TU CARA ALLEN, EN-TU-CA-RA!! —seguía gritando el chico subiendo el volumen de su voz cada palabra que decía.
No sé por cuanto tiempo paso desde que Tom se había acercado a amenazarnos, pero solo recé al cielo que ninguna identidad mía no haya hecho una estupidez. Que por suerte no sucedió, gracias a Isabella que me dijo que supieron controlar la situación.
Mis amigos y yo volvimos adentro del hospital ya que empezaba a hacer un poco de frío, estábamos en octubre y eso significaba una cosa… Jugar con las hojas secas de los árboles. Joder, claro que si. Casi no barrían las hojas marchitas que caían de los árboles, púes cuando era este mes precisamente; era “otra actividad” para los pacientes, el querer jugar entre el suelo y relajarse entre las hojas marchitas.
Habían una que otra persona afuera jugando o platicando entre ellos, miré que enfermeros empezaron a dar unas cobijas cálidas para los que quisieran quedarse afuera y tener una temperatura adecuada, mientras que, otras enfermeras y enfermeros entregaban supuestamente: cartas, abrigos, bolsas con ropa que eran enviadas por sus familiares desde afuera.
Yo en ese entonces, perdí las esperanzas de volver a ver a mi madre, pues ella me dejó en claro que no quería volver verme desde la ultima vez que hablamos por teléfono.
De repente observe como dos enfermeros se acercaban a nosotros, pues nos encontrábamos en el comedor viendo una película que nos habían puesto en la televisión gigante que habían bajado y puesto sobre la pared para entretener a los demás.
—Mmm… ¿Isabella Monroe? —exclamó un enfermero con una carta entre sus manos y una cajita de posiblemente chocolates.
—¡Soy yo! —mi amiga estiró su mano, le entregaron sus pertenencias, agradeció ella y observe al enfermero irse.
—¿William Patterson…? —preguntó otro enfermero y mi amigo alzo su mano. De igual forma, el enfermero le hizo la entrega de un suéter tejido a mano, era de color rojo, muy bonito a decir verdad.
Observe como mis amigos leían sus cartas, no me consideraba una persona chismosa, pero esta vez si me sorprendí el hecho de escuchar que mi amiga mayor leyera la carta en voz alta y escuchar detenidamente las palabras: “Nos vemos en dos semanas”.
—¡¡Oh por dios…!! —gritó mi amigo contrario parándose de su lugar, mientras que yo solo me tape mis oídos para no escuchar como gritaba de nuevo. —. ¡¡No me la creo, no me la creo, no me la creo. Ya saldré de aquí!!
¿Qué? ¿Ambos se irán del hospital? ¿Me quedare sola de nuevo? —pensé.
—Amm… ¿Q-que sucede chicos? No entiendo… —hablé nerviosa.
Por un momento pensé que me iban a decir que no era nada importante, pero observé sus reacciones y entendí que lo que me iban a contar no era nada bueno para mí.
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SOMOS CINCO EN UNO [Parte I]
Teen FictionEl trastorno disociativo se caracteriza por presentar una o más identidades en la mente de una persona al llevar un trauma psicológico sumamente afectado durante su infancia, o parte de su adolescencia. Por lo que lleva como consecuencia tener una i...