CAPÍTULO 11

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Lucy ya se había levantado de la cama con mucha pereza que nunca tuvo.

Se acomodo su largo cabello de la cara que estaba revuelto y dió un profundo suspiro acompañado de un bostezo de dormir mucho.

Hoy le tocaba a ella terapia después de haber mandado a los demás chicos, solo por observación. Siempre le gustaba analizar las cosas antes de que tomara manos al asunto.

—¡Buenos días niños! —saludó Lucy a los demás con una sonrisa de lado, a la vez que estiraba sus brazos arriba para relajar su cuerpo.

»¡Buenos días Lucy!« —exclamó Bonnie.

»¡Buen día, señorita!« —saludó cordial Allen.

»Hola, Lucy« —dijo Zafiro sin muchos ánimos.

»¿Qué onda? ¡Buen día!« —habló Matthew somnoliento.

Contestaron entre la consciencia de la chica, mientras de igual manera se saludaban y se daban los buenos días entre ellos como siempre lo hacían por verse desde hace muchos años. Era una costumbre entre ellos saludarse en todo momento, al salir en el turno y volver al “lugar” con los demás.

—¡Ash, ya veo lo que siente Scarlett por las mañanas, chicos! —rió bajito.

Se levantó de la cama un tanto con torpeza, tronando su espalda al poner sus manos en su cintura y curvear su espalda dejándose escuchar los huesos de su columna crujir agresivamente.

Después se dirigió a su cajón y sacó el típico uniforme de siempre; un azul deprimido.

»Bueno, es que siempre ella se levanta primero. No estas del todo acostumbrada« —Allen le habló mientras miraba a los demás que estaban somnolientos aún.

—Lo sé, lo sé, por eso no me gusta levantarme temprano. Simplemente no quiero y me da flojera. Es culpa de Scarlett por mal acostumbrarme. —sacó sus demás cosas y comenzó a vestirse.

Agradeció que esta Zafiro se había bañado ayer por la noche para dormir cómodamente, sí no, hubiera sido un lío para poder estar fresca por el día de hoy. Las tres chicas que eran Scarlett, Zafiro y Lucy eran muy aseadas con el cuerpo, por lo mismo que siempre trataban de dar una buena imagen ante todos.

Lucy miro el reloj en la pared que nuevamente, suspiro cansada, fastidiada y algo desanimada.

—¿Es en cerio…? ¡¡Son las 07:38 de la maldita mañana!! No aguanto más. —negó con su cabeza varias veces y le habló a Allen. —. Oye cerebrito, ¿qué tal si hacemos cambio?

»Sabes que a mi ya me tocó. Además, sí es necesario que vayas. Tal vez diga algo importante y tú no lo sepas...«

—¡Aagh!

»Puede que te ayude a controlar tus ataques de ira «

—¡Carajo, es verdad! —se terminó de vestir por completo y se fue al espejo a observar su reflejo con mucho egoísmo. —. ¿Saben qué quiero hacer cuando salgamos de aquí? —agarro el cepillo dental con pasta de menta y comenzó a cepillar sus dientes.

»¿Qué es, Lucy?« —habló Bonnie agarrando la mano de Matty, mientras jugaba con ella a moverla adelante y atrás. Por el contrario, él la cargó entre sus brazos y se quitaba su gorra para ponérsela a la pequeña.

Siempre Bonnie consideraba al mayor cómo su papá, pues él parecía serlo por como la ayudaba a educarse.

—Quiero cortarme el cabello. No me gusta tenerlo largo. Imagínense, solo imagínense… —dijo entre dientes mientras se cepillaba la boca aún. —. Que estamos en plena pelea y que él o ella me agarre del cabello. Ósea… No siento nada de dolor, pero —comenzo a reír y se enjuagó la boca. —. Que reaccione Scarlett y vea que no tenga un mechón de pelo… eso estaría muy de la mierda.

SOMOS CINCO EN UNO [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora