CAPÍTULO 21

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Scarlett

Cuando desperté, fui sintiendo como poco a poco entre mi colchón estaba apunto de ¡¿CAERME?!

Me sujeté rápidamente de un extremo de la cama y así detener mi futura caida, justo a tiempo a punto de caer al suelo y partirme la cara, sin embargo, gracias a mis increíbles reflejos de ninja lo pude evitar.

—¡Aah, joder! —chillé mientras me sentaba entre la orilla de la cama y me tallaba los ojos somnolienta.

»¡Buenos días, Scarlett!« —Los escuché hablar al mismo tiempo.

—Buenos días, chicos. —me levanté y me dirigí al armario para sacar mi ropa y cambiarme.

»¿Qué haremos hoy?« —preguntó Zafiro.

—Amm… bueno, quizá después de vestirme, desayunar, componer nuestro teléfono, y —Me quedé un rato en silencio pensando en que más agregar. —, pasear entre las calles.

»Suena bien« —habló Matthew.

»¿Nos enseñarás a andar en la ciudad?« —preguntó Bonnie.

—¡Claro, claro! —dije entusiasmada.

Me quité mi pijama y me comencé a probar mi ropa indecisa de qué estrenar primeros. Opté por ponerme unos jeans rasgados, mis tenis converse, una blusa negra y un suéter.

Algo casual.

Un rato más tarde de hacer mis deberes matutinos, agarré mi teléfono de la mesita, llevándome la gran sorpresa por la hora que era, pues ya casi darían las 9 de la mañana y ya comenzaba a tener hambre.

¿Tan tarde me desperté? —pensé. Pues mi hora de costumbre al despertar era las seis de la mañana.

Puse mi celular a cargar y fui a la cocina a prepararme un cereal con leche, no sabía del todo a cocinar aún, desgraciadamente no aprendí, pero poco a poco iré sabiendo con ayuda de revistas que leí en el hospital. Echando a perder, se aprende.

—¿Saben que quiero hacer? —les pregunté.

»¿Qué cosa?« —me respondieron al mismo tiempo.

—Prepararé un delicioso postre de galletas oreo, solo necesito conseguir la receta y lo haré. Después podrán probarlo sí les gusta.

»Suena bien, sí quieres te ayudamos a prepararla.« —sugirieron Allen y Zafiro.

—¡Claro, gracias chicos! —Me senté en la mesa y puse mi plato enfrente de mí para empezar a desayunar. —. Me siento rara comiendo a solas en casa.

»Aquí estamos contigo. Recuerda: no estas sola.« —habló Lucy.

En cambio yo, le sonreí.

[...]

Mientras observaba poniendo toda mi atención y con gran determinación los funcionamientos de mi celular, me sorprendía la gran tecnología como había cambiado con el pasar de los años.

Agregué los primeros dos contactos de mi amiga Isabella y de mi doctor Richard. Les mandé un mensaje a cada uno de que me encontraba bien y que no debían preocuparse. Pues estaba sumamente feliz de dar el siguiente paso de mi vida.

Allen y Lucy me dijeron que discutieron un tema con los demás acerca de conseguir un empleo. Y tenían razón, no podía gastar todo el dinero que nos sobró en un solo instante, así que, lo guarde en mi alcancía de cerdito. Quizá mientras les enseñe como andar en la ciudad, buscaré un buen trabajo del cual pueda sustentarnos. Sería yo la que este en el trabajo y cuando estemos en casa los podría dejar salir.

SOMOS CINCO EN UNO [Parte I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora