Sylvie

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Pov _____

Solté un suspiro mientras llegaba a la entrada de la empresa en la cual mi esposa trabajaba, era la primera vez que me presentaba aquí ¿Raro, no? Llevábamos casi 14 años casadas y nunca la había venido a visitar, siempre estaba metida en mi trabajo, lo cual manejaba ropa, joyas y zapatos de lujo, y mi esposa me ayudaba a hacer publicidad, era de lo que ella se encargaba no dejaba a nadie más que a ella misma, algo normal en ella.

Subí hasta llegar y la primera en verme fue una joven, de tez clara, ojos cafés y café castaño un poco más baja que yo, pero no tanto, se acercó rápidamente con una sonrisa.

— Buenos días, soy Emily Cooper, bienvenida — Tome su mano con una leve sonrisa

— Mi nombre es _____ D'Angelis, mucho gusto — Aleje mi mano y sonrió, pero me miraba con un brillo en sus ojos

— ¿Usted es...? — Asentí antes de que siguiera

— Si, esa misma — Al parecer mi presencia la había dejado encantada y emocionada

— Oh vaya — Alce la mirada al escuchar esa voz, que tanto amaba — ¿Porque no dijiste que vendrías? — Tomo mi mano en forma de saludo por lo que sonreí

— Oh señorita Sylvie, solo venía a saludar — Negó con una sonrisa, al escuchar mi tono de voz

— ¿Parece que ya conociste a Emily? — Miró a la joven quien estaba atenta a nosotras.

— No puedo creer que ella esté aquí, wow — Reí por un momento mientras la veía

— Puedes creerlo Emily — Dijo seria, sabía que ese porte lo usaba con todo el mundo.

— Oh cielos — Voltee a ver al escuchar la voz de Camille con quién había trabajado hace unas semanas, era una de mis modelos favoritas — ¿Tu aquí? —

— Camille — La saludé besando sus dos mejillas mientras me veia con una sonrisa — Increíble verte aquí —

— Ya sabes, el trabajo me llama en todo — Dijo con una sonrisa mientras miraba a Sylvie

— Bueno, les robó a esta mujer — Me tomo de la cintura mientras me dirigía a su oficina, cerro y en cuanto estuve con ella me beso, rodeo mi cintura y yo sus hombros, me beso lentamente de una manera tierna, se separó y sonrió

— ¿Me extrañaste? — Acaricie su mejilla con mucha delicadeza

— Como no tienes idea, es asombroso verte aquí — La abrace y coloco su cabeza en mi hombro — Estás haciendo de mi día el más lindo ¿Sabías? — Susurro acariciando mi cintura

— ¿Tan mal va? — Rió y se separó antes de besar mis labios, otra vez

— Solamente estresante, solo eso — Reí y volvió a besarme, hace días que no nos veíamos, yo estaba de viaje en una cuidad lejos de ella por lo que no habíamos pasado tiempo juntas — Pero ya estás aquí, y todo mejora —

— Estoy de vuelta — La abrace y soltó un suspiro cuando tocaron la puerta

— Señorita Sylvie, los de la reunión la esperan — Rodó los ojos y se separó de mi

— Vayamos — La miré confundida y me robó un beso — Me acompañaras y después mi agenda es toda tuya — La abrace y bese sus labios antes de salir con ella

— Podemos ir a tu restaurante favorita, o ir por un helado — Mencioné cuando entramos a la sala de juntas, se sentó y me indico sentarme a su lado

— Bueno, comienza — Realmente no conocía a ninguno de su trabajo, solamente la chica que se había presentado conmigo y ya, Sylvie tomo mi mano entrelazando nuestros dedos mientras acariciaba mis nudillos, sin prestar atención a la junta.

— ¿Y que piensas Sylvie? — Ella alzó la mirada y me miró

— Lo siento, no puse atención — Su tono fue serio mientras se levantaba sin soltar mi mano, ayudándome a estar de pie — Tengo que salir con mi esposa, veamos todo con calma mañana — Salió y camine a su lado, bajo la mirada de todos quienes estaban sorprendidos. Entramos a su oficina y se sentó en su silla, suspiro y me hizo sentar sobre sus piernas

— ¿Estás cansada? — Negó mientras me abrazaba

— Quiero estar contigo — Sonreí y acaricie su cabello, beso mis labios una y otra vez, mientras repetía un “Te amo” por cada beso, algo que me hacía sentir feliz y contenta por tenerla como esposa

Después de una sección de mimos y besos salimos de la empresa, mientras todos murmuraban acerca de nosotros no le dimos importancia y nos marchamos aún restaurante muy elegante, al conocerme nos atendieron sin pensar.

— Estos días sin ti, fueron algo difíciles — Tome la mano de mi esposa y la acaricie

— Te extrañe tanto — Susurre y sonrió, ambas estábamos bebiendo vino mientras disfrutabamos de nuestra compañía.

— Te amo tanto — Se levantó para acercarse a mi lado y sentarse, tomo mi rostro y sonrió — Finalmente estás aquí — Acaricio mis mejillas mientras me miraba —

— Lo estoy, te amo tanto — Susurre y me miró directamente a los ojos, esos ojos cafés que aún me dejaban encantada, para muchos ella era una mujer seria y sin sentimientos.

Que solamente le importaba dar marketing a su empresa y a cualquiera que necesitará su ayuda, para solo pensar en ella y no en los demás, que solo le importaba su punto de vista sin contar otros, tal vez Sylvie era así con todos pero conmigo era diferente.

Conmigo era una persona diferente, era dulce, amable y tierna, no a como todos hablaban de ella y me sentía feliz de poder ver ese lado de ella, el cual era el más dulce.

— Eres lo mejor que tengo, te amo y lo haré siempre — Sonreí y beso mis labios con mucho cuidado, estos encajaban perfectamente mientras tomaba su mano para entrelazarla con la mía, definitivamente a verla visitado había sido increible, estábamos solamente ella y yo, pasando un momento agradable.
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No sé que hice, realmente. Pero espero y les guste, ame a Sylvie y tenía que hacer uno corto.

Famosas y tú (Segundo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora