Pov ______
— Las paredes serán color, beige — Danna quien era la diseñadora quien estaba ayudándome con cada parte de la decoración de la casa
— ¿Algo más? — Menciono y mire a mi alrededor
— No, solamente quiero el cambio de paredes — Dije mientras sacaba mi teléfono, había empezado con las nuevas decoraciones de la casa, se despidió de mi y salió de la casa, solté un suspiro.
— Buenas tardes — Mire hacia la entrada, Dakota venía llegando, quitó su saco y lo dejo aún lado, su mirada se poso en mí
— Hola cariño — Me acerque a ella y se sentó, así que aproveche y me senté en las piernas, moví un poco mis caderas sobre ella y sonrió llevando sus manos a mi cintura.
— ¿Alguien necesita de mi? — Susurro y bese su cuello, soltó un suspiro y me baje de sus piernas para arrodillarme frente a ella. — Oh mierda —
Lleve mis manos a los botones de su pantalón y lo desabroche con algo de torpeza, se levantó un poco y baje su pantalón.
— Mmm — Deje besos sobre su miembro que cubría bajo la tela de su boxer, sus ojos se mantenían sobre mí mientras veía cada movimiento de mí. — Hazlo... Ya —
Sin esperar más baje el elástico de su boxer, bajandolo y dejando al aire su miembro, acerque mi rostro a este y escupí sobre el, sabía lo que quería así que sin que me pidiera más, lo metí a mi boca chupe la punta y pase la punta de mi lengua por su glande, sus manos se dirigieron a mi cabeza y sabía que perdería el control.
— Puedes hacerlo — Susurre y sin dudarlo, hizo que su miembro entrara por completo a mi garganta, tuve una arcada pero logré controlarla, estaba acostumbrada a su tamaño, comenzó a follar mi boca, entraba y salía de mi sin piedad, mis ojos estaban llorosos y la saliva escurría por mi mentón bajando por mi cuello, enterré mis uñas en sus muslos.
— Ahh... Mierda, me encanta, esa boquita — Gimió mientras mordía su labio, mirándome pero sin dejar de mover su boca — Levántate — Hice lo que me pidió, así que me quite rápidamente los pantalones junto a mis bragas que ya eran un desastre, acomodo su miembro y entro en mi, me sujete a ella sintiendo como llenaba mi interior con su gran miembro.
— Ahhh, hazlo, sin piedad — Susurre sobre su oído, gemi en el, eso la calentaba mucho, sus manos se fueron a mi trasero para azotarlo a su antojo a la vez que lo apretaba
— ¿Te gusta esto? — Asentí, mientras sentía como su miembro me hacía delirar del placer, desabotono mi camisa y la quito rápidamente, saco mis pecho por arriba de mi sostén y comenzó a morder los, chuparlos y apretarlos a su antojo.
— ahhh ¿Es... Es todo lo que tienes? — Me miró y mordí mi labio cerrando mis ojos, tenía que pretender que no me gustaba
— No sé cómo te gusta que sea tan ruda contigo — Una de sus manos de dirigió a mi cuello y lo apretó con fuerza, movió sus caderas más rápido, pero sabía que iba a darme más, me bajo de ella y me acomode sobre el sillón, ahora mi trasero estaba completamente expuesto ante ella. — Está vista, me va a encantar siempre — Sonreí al escucharla
— Hazlo ya, mierda — Me frustraba que perdiera su tiempo
— Estás acostumbrada a él — Asentí mientras una de sus manos se iban a mi cadera y la otra acomodando su miembro en mi entrada, cerré los ojos al sentir como de una embestida entraba en mi, mordí mi labio y cerré los ojos, el dolor era poco, me sujeto de las caderas y comenzó a follarme sin piedad. Cómo se lo había pedido