Ana De Armas 1/5

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Pov ______

— ¿Cómo va la venta? — Alce la mirada al ver a una anciana que me miraba con una sonrisa

— Muy bien — Conteste amable mientras me encargaba de cobrar su compra

— Eres muy amable, muchas gracias — Se despidió de mí antes de irse, adoraba a esa gente amable

La época de navidad ya estaba y con eso, logré conseguir un trabajo en el cual me pagan muy bien, tengo solo 21 años, oficialmente soy mayor desde hace 6 meses, era algo que me gustaba, aunque seguía viviendo con mi padre y mi madrastra pero ahora yo compraba mis cosas sola.

El centro comercial era súper grande y me habían dado trabajo en una tienda cómo cajera, hasta el momento no me habían tocado gente malhumorada, navidad era una de mis épocas favoritas

Estaba tratando de juntar dinero porque quería cambiar de cuidad, no era que Londres no me gustaba, pero quería probar cosas nuevas y estaba juntando dinero para eso, mi madre me dejó cuando yo tenía 4 años de edad y desde ese momento quedé completamente sola, aunque la pareja de mi padre me trataba bien pero ella no era una persona super amorosa y a mi edad ya no quería eso.

Tome de mi termo, ya que mi padre me había dado chocolate caliente, alce la mirada, habían madres quienes tomaban a sus hijos de la mano mientras le mostraban con emoción la decoración, gente desesperada por comprar regalos y siempre con una sonrisa, seguí mirando todo mi alrededor.

Hasta que unos ojos encontraron los míos, mire a esa mujer, era alta, su cabello era corto, tenía un gorro para el frío y una bufanda, me quedo mirando por unos segundos no podría contar cuántos porque aparto su mirada cuando una mujer le pidió permiso.

— ¡Oye! — Salí de mis pensamientos y mire a la joven que estaba frente a mi — ¿Me cobrarías esto? — Tome la bufanda mientras la cobraba, se la di en una pequeña bolsita y me sonrió — Ten lindo día —

— Igualmente — Dije con una sonrisa, era una adolescente que se veía muy emocionada por a ver comprado esa bufanda.

— Buenos días jovencita — Un hombre mayor se acercó a mi con una sonrisa — ¿Me podrías cobrar esto? — Me extendió una caja de chocolates

— Estos chocolates son muy buenos, estoy seguro de que a esa persona le gustaran — Me sonrió mientras veía los chocolates

— Son para mí esposa, siempre han sido sus favoritos, no me gustan los chocolates pero por ella los he comido y tienes razón — Dijo con una sonrisa, la gente normalmente me hablaba de su vida aunque a mí no me interesará

— Su esposa es muy afortunada, tenga un bello día — dije con una sonrisa mientras le entregaba la bolsa en dónde iban los chocolates

— Ten un lindo día, joven — Se despidió con una sonrisa y sonreí

— Hola — Mire hacia en frente, la mujer que había visto hace unos segundos ahora estaba parada frente a mi con una tímida sonrisa

— Hola, buenos días ¿Desea algo en especial? — Dije amablemente, me miró por unos segundos, segundos que parecían eternos.

— Eh... — Al parecer si mirada no quería salir de mi — Podrías mostrarme los castillos de juguetes, por favor, no los encuentro — dijo después de unos segundos

— Por supuesto, que si, vamos — salí de la caja y me sonrió, era una mujer que claramente ya se veía mayor de edad aunque no lucia vieja, al contrario era muy atractiva, camine hacia un pasillo en dónde estaban todos los juguetes de princesa — Están aquí — señale en dónde se encontraban estos

— Muchísimas gracias ¿Cuál es más lindo para ti? — Fruncí el seño mirándola, soltó una pequeña risa nerviosa — Mi hija me pidió uno, pero no sé cuál es en verdad — dijo avergonzada

— Oh, el nuevo que la mayoría de las madres a estado comprando es este — dije mientras me acercaba y tomaba una caja para que ella la tomara

— Oh es muy linda — no quito su mirada de mi y luego se dió cuenta, sonrió y tomo la caja con torpeza

— Es color roja, las otras son rositas — explique, ya que varias madres se llevaban las rositas pero la que las niñas deseaban eran color rojo.

— Entonces, me llevaré está — dijo muy segura mientras veía la caja del juguete

— Hey bella ¿Podrías ayudarme? — Voltee hacia donde un adolescente me llamo y me disculpe antes de acercarme a el, me pidió ayuda con un vídeo juego y le expliqué cuál era el reciente, regrese a la caja y le cobre a tres personas, disculpándome por la demora, Justin quien me ayudaba hoy, estaba fuera de la cuidad porque su abuelo había enfermado

— Sería esto ¿Me podrías cobrar? — Asentí mientras tomaba la caja del castillo, dónde la mujer me había pedido ayuda — ¿Eres nueva aquí? — Tome su tarjeta de crédito y cobre el juguete

— Llevo una semana trabajando aquí — dije con una sonrisa, asintio mientras tomaba su tarjeta para guardarla

— Eso es bueno, mmm... — Al parecer quería sacar un tema de conversación, pero no sabía cómo, mientras yo acomodaba el juguete en una bolsa — Disculpa — la miré y miro el juguete — Me lo podrías envolver, por favor —

— Claro, yo lo hago — Dije con una sonrisa para buscar el papel con el cual lo envolvería

— Eres muy amable — Alce la mirada al sentir que no podía dejar de mirarme

— Es parte de mi trabajo — Sonrió mientras entendía, comencé a envolver el regalo — ¿Y usted, es la primera vez que viene aquí? — Negó mientras miraba hacia mis manos

— No, ya he venido varias veces — dijo sonriendo, era una mujer muy agradable — Por favor, no me llames de usted... Soy Ana — dijo mientras extendía su mano hacia mí

Tome su mano y las dos sonreímos

— Mucho gusto Ana, soy _____ — sonrió y después de unos segundos alejo su mano

— _____, lindo nombre — mantenía una sonrisa, termine de envolver el regalo y se lo entregue, agradeció mientras lo tomaba  — Muchas gracias, que amable eres — dijo con una sonrisa

— Puedes volver cuando quieras — dije con una sonrisa, se quedó mirando por un momento mientras veía mis ojos

Causandome una sensación algo rara, eran nervios y curiosidad por ella.

— Muchísimas gracias, tengo que irme, gracias — Se alejo de mi con una sonrisa, moví mi mano y salió de mi vista, seguí mi trabajo y mire unos guantes sobre la caja, eran de ella alce la mirada tratando de buscarla y en ese momento apareció frente a mi, sonrió y salí para poder entregárselos cuando llego a mi lado. — Dios, gracias — susurro mientras tomaba los guantes, sus dedos rozaron mi piel y me causo una sensación de nervios

— No agradezcas, espero y te vaya bien — me sonrió y se alejo de mi, la seguí con la mirada.

— Feliz navidad — Menciono mientras se iba alejando de mi

— Feliz navidad — Sonrió mientras seguía su camino

Se detuvo un momento y se dió medida vuelta — Me gusta tu gorro — sonreí y salió de mi vista, no sé que había sentido.

Regrese a mi caja, para seguir atendiendo a mis clientes.

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Tuve que hacer uno de la preciosa de Ana, dios, esta mujer es preciosa.

Me imagino que muchos sabrán de que está inspirado.

Famosas y tú (Segundo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora