Capítulo 9

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Valentina

En cuanto entramos en el palco me quedé aún más impresionada de lo que ya estaba, allí se respiraba lujo. Era todo blanco nuclear con los muebles y otros detalles en gris oscuro y plata. A la derecha había na puerta que te dirigía a los baños, al frente una enorme cristalera que conducía a las gradas exteriores por la que se podía ver la imponente imagen del estadio ya casi lleno. En el lado izquierdo había una gran mesa con comida y una barra para pedir de beber, los camareros iban y venían entre las mesas redondas que simulaban las de un restaurante, me fijé que tras la mesa de comida había un arco y en cuanto me acerqué un poco pude fijarme que se trataba de una zona de descanso con grandes sofás y algunos juguetes en el suelo.

Había bastante gente en la estancia, me fijé en que mi hermana miraba todo con la misma curiosidad que yo e intuí que debíamos tener la misma expresión. Pronto se nos cercó un señor trajeado que nos recogió los abrigos. Aun que todo eso era muy bonito quise dirigirme rápidamente al exterior para admirar la vista que siempre me había maravillado. Mi hermana se quedó junto a la mesa cogiendo algo de comer.

Estaba ya casi en la puerta cuando me paré en seco al notar como alguien me agarraba de mis piernas. En cuanto bajé la mirada extrañada pude darme cuenta de que se trataba de Benicio, el hijo mayor de Valverde. Le sonreí y tras devolverme el gesto se escondió tras mis piernas. En cuanto alcé la vista al frente me encontré con Mina, su madre que corría hacia mi con su hijo pequeño en brazos.

-Benicio vení acá ahora mismo y no molestes más a la muchacha- el niño se rió y se agarró mas fuerte a mis piernas.- Lo siento un montón chica, ahora mismo te lo saco.

Pasé una mano por el hombro del niño agachándome un poco- No te preocupes Mina, no me molesta en absoluto, de echo puedo ayudarte con el travieso este si quieres.- me agaché de todo y me quedé a la altura del pequeño.

-Parece que la agarró bien contigo, si él no pone problema te podés encargar de el un rato.- el niño me abrazó y lo cogí en brazos para ponerme de pie.

-Sin problema Mina tener que cuidar a dos no puede ser fácil, y menos siendo uno tan revoltoso- miré al niño y este me sonrió ente malévola y dulcemente.

-¿Se puede saber quien es este angelito caído del cielo?- preguntó curiosa- es la primera vez que te veo acá

-¿Salimos y te cuento? el partido esta por empezar y no me gustaría perderme nada- le dije algo tímida.

-Si claro cielo- eché a andar cara la puerta, antes me fijé en donde estaba mi hermana y me la encontré hablando con la mujer de Courtois, a este le había dado clase recién llegado al Madrid.

En cuanto abrí la puerta me quedé pasmada mirando la imponencia del estadio lleno, las bufandas en el aire y los jugadores ya en el campo, Mina y yo nos sentamos y comenzó a sonar el himno que alegremente cantamos juntas acompañados de Beni que estaba sentado en mi regazo. Era una sensación increíble estar cantando ese himno en ese estadio rodeada de tanta gente. En cuanto terminó el himno pude fijarme mejor en los jugadores en el campo, se veía muy bien desde donde estábamos pero también había varias televisiones para seguir mejor el juego.

Estaban todos colocaos ya para comenzar y me fijé en el inglés, era su primer partido y parecía super tranquilo y seguro en el campo aunque probablemente no lo estuviera. En cuanto ya me había recuperado de la impresión inicial decidí girarme hacia Mina que estaba a mi izquierda con Bauti.

-Pues a ver, si que es la primera vez que estoy aquí, y quizá la última- me miró extrañada esperando a que le explicase todo un poco más- es decir, soy la nueva profesora de español de Jude, trabajo para el club- parecía no entenderme todavía por la expresión de su mirada- como me gusta mucho el club, el inglés a tenido el detalle de invitarme a ver el parido, tan solo eso.

-Ah, pues que bien con el chico- se rió- al principio pensé que serías la nueva novia de alguno de los chicos.

-Ojalá- solté sin pensarlo mucho- me miró sorprendida- no por nadie, quiero decir, ojalá poder vivir esto más a menudo, como lo haces tu, te sigo y a veces envidio tu suerte.

-Siempre agradezco a la vida por lo que tengo pero no todo es tan bonito- dio algo apenada- no es día para habla de eso a si que vamos a divertirnos.

-Gracias Mina

-Para nada gracias a ti por aguantar del monstruito ese que tienes encima- dijo mirando a su hijo en mi regazo- por cierto, no me has dicho tu nombre- añadió divertida.

-Oh, lo siento, es verdad- dije repentinamente nerviosa- Me llamo Valentina.

-Pues encantada Valentina, espero verte más por aquí.

Me pasé los primeros minutos del partido atenta a las jugadas a la vez que jugaba con Beni para entretenerlo, era un niño muy divertido y con grandes ocurrencias. Al cabo de un rato salió mi hermana y se la presenté a mina. Hablaron durante un rato mientras yo seguía a lo mio con Beni.

En el minuto 28 todo el estadio se quedó en silencio por u momento antes de estallar en gritos, aplausos y celebraciones, Rodrygo había metido un gol, el primero del partido y con el abría el contador del equipo para esta nueva temporada. Celebré alegremente con Benicio saltando en mis brazos y con Mina y mi hermana, estábamos todas muy felices.

El resto del partido pasó si incidentes y en el descanso entramos con los niños que jugaron un rato por ahí mientras nosotras comíamos y bebíamos algo. Reconocí fugazmente a más familiares de jugadores y me puse algo nerviosa al recordar la magnitud del sitio donde me encontraba. Me fijé que sentados en una mesa estaban los padres y el hermano pequeño de Jude con el que crucé una fugaz mirada y él me dedicó una sonrisa que no pude corresponder ante el nerviosismo que me paralizó recordando las palabras de mi hermana.

Tras el descanso volvimos a salir a las gradas para continuar viendo el partido seguimos en la misma dinámica hasta que el tiempo se volvió a detener ante un nuevo gol, esta vez de la ano de la nueva promesa blanca. Me emocioné sobre manera y noté las lágrimas humedecer mis ojos por un momento. Lo había echo, había marcado en su debut, había marcado en el Bernabéu con la camiseta del Real Madrid. Ese chico iba a ser muy grande.

Paseé lo que quedaba de partido con una felicidad monumental dentro, en cuento el árbitro pitó el final no me lo creía, habíamos ganado la primera jornada de liga 2-0 contra el Atletic de Bilbao y Jude había marcado. Esto era un sueño.

Entramos de nuevo y los niños y Mina volvieron a irse a jugar y mi hermana y yo nos sentamos en uno de los sofás esperando a que Jude subiera como me prometió.

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Espero que os haya gustado tanto como a mi.

He querido mantener algunos detalles del partido real de liga pero he cambiado algunos otros porque encajaban mejor con la historia. Esto lo haré siempre a si que será parecido a la realidad per no totalmente fiel a esta.

Os quiero un montón a todas, mis niñas

Fuera de juego [ Jude Bellingham]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora