Capítulo 29

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Jude

Despertarme a causa de los besos de Val se está volviendo mi costumbre favorita. Me encanta que se quede casi todas las noches en mi casa y que nos despertemos juntos entre las sábanas. Me daba algo de miedo proponerle que se trajera un par de cosas en mi casa por si le parecía demasiado pronto.

Siento un miedo atroz a poderla. Se ha vuelto mi ancla en el caos que era mi vida recién llegado a España. Nuevo equipo, nuevo idioma y tener que adaptarme a todo a la vez se me presentaba cuesta arriba hasta que la conocí. El día que me dijeron que tendría una profesora de español me pareció un coñazo ya que tendría que perder horas de mi tiempo para dedicarla a eso, prefería encargarme de aprender por mi cuenta y a mi ritmo, pero finalmente tengo que agradecerle enormemente al universo que haya cruzado mi camino con el de la rubia.

Val me saca de mi momentáneo trance en cuanto termina de hablar con Leire.

-Amor, ¿vienes a la ducha?- me pregunta pícara desde los pies de la cama. Está de espaldas a mi con tan solo el tanga puesto. No lo dudo ni un segundo y me levanto rápido caminando hacia donde está ella y la abrazo por detrás depositando un suave beso en la unión de su cuello y clavícula.

Nos dirigimos al baño y mientras ella se ata el pelo en un moño alto yo enciendo la ducha para que el agua se caliente. Una vez que esto está hecho me quito el calzoncillo y me dirijo a donde está la rubia apoyada en el lavabo. La beso ferozmente mientras enredo mis dedos en el elástico de su ropa interior para retirarla con urgencia. Ella enreda los dedos en mi pelo y tira de este ligeramente en cuanto nota mi mano entrar en contacto con su centro. Introduzco lentamente dos de mis dedos en ella y como respuesta esta muerde mi labio y gime bajito en mi oído.

Cuando noto que está a punto de llegar saco los dedos de su interior y cogiéndola en brazos nos meto a ambos en la ducha. Una vez que el agua caliente cae sobre nosotros me meto en ella de una estocada porque no aguanto más. Mantengo un ritmo lento ya que la posición no me permite mucho más y no tardamos en llegar juntos al orgasmo.

-Al final me he mojado el pelo- dice sonriendo con la frente apoyada sobre la mía.

-Una pena- añado divertido antes de besarla.

Le doy la vuelta y suelto el moño para que se le moje bien poder lavarlo son problema. Le enjabono el cuero cabelludo despacio. Ella se relaja ante mi tacto y cuando termino le aclaro la cabeza antes de pasar a enjabonarlo de nuevo porque ella así me lo indica.

-¿Te apetece salir a cenar esta noche?- me pregunta en medio del trance en el que parece encontrarse.

-Claro, ¿tienes algo pensado?- pregunto mientras sigo con mi tarea.

-Me ha dicho mi hermana q han abierto un italiano nuevo en las afueras y tengo ganas de probarlo- comenta alegre.

-Está bien, paso por ti a las 9 para ir con calma cuando salga de entrenar- añado volviendo a coger la ducha para aclarar por ultima vez su pelo- ¿te parece?

-No, es mi cita- sentencia firme- yo te recojo esta noche.

-Me parece perfecto- digo rindiéndome.

Termina de echarse cosas en el pelo mientras yo acabo de ducharme y salimos juntos. Ella se hace un moño repeinado ante la pereza de secárselo y yo me visto para comenzar a preparar el desayuno. Al poco rato aparece vestida y peinada. Hoy tiene un par de reuniones en la oficina por lo que no podemos pasar la mañana juntos a pesar de que yo no entreno hasta por la tarde.

Tras desayunar rápido después de perder tiempo en la ducha ella se marcha y yo me quedo en casa gestionando un par de campañas con mi agente, hoy tengo la mañana libre ya que jugamos ayer por la tarde. Tras realizar todas las llamadas y ensayar un par de vídeos promocionales que grabaré la semana que viene decido sentarme a descansar viendo una serie.

Fuera de juego [ Jude Bellingham]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora