–Estaremos allí en cuestión de unas horas. –me aseguró Elías con una gran sonrisa.
El avión no era tan grande ni lujoso pero Elías me aseguró que era rápido y llegaríamos en menos horas a la ciudad. Él sería el que pilotara el avión mientras que yo iría de copiloto junto a él. Abandonamos Clearwood despidiéndome de aquella gente, me preocupé al no saber nada de Roxlin e irme de la ciudad sin saber nada de él hacía que me sintiera mal.
Elías me aseguró de que mandaría a sus mejores rastreadores para encontrar a Roxlin y hacerme saber si estaba bien o no. Confiaba en Roxlin, él aparentaba ser alguien débil pero sabía que las apariencias podían engañar.
Durante las horas que estuvimos en el avión de camino a la ciudad, Elías comenzó a contarme anécdotas de cuando Kaira era más pequeña y su curiosidad sobre el mundo que le rodeaba, sólo que al tener normas estrictas sobre relacionarse con otras especies hizo que creciera con desconfianza hacia todo.
–Pero me alegro de que ahora sea más libre. Muchas gracias por hacerla feliz, Elnora. –me dijo Elías con una pequeña sonrisa mientras mantenía su vista fija en el cielo.
–Ella también me hace feliz. Espero que Troy entienda eso, no me gustaría tener que acabar con él.
–A veces nos toca hacer cosas que nunca haríamos. –dijo con voz gélida y su rostro se endureció durante unos minutos.
–¿Tú lo hiciste? –le pregunté con curiosidad despegando mi vista de las nubes para mirarle.
–Tuve que matar a mi hijo. –me respondió serio, su voz se notaba apagada al decir aquella frase. –Pero no es algo de lo que me guste hablar.
–Entiendo.
–Digamos que teníamos diferentes opiniones. Y en la manada de Moon Lake una de las normas es luchar hasta la muerte, y como sabrás, al perdedor se le arrebataba la vida.
Elías no dijo nada más, se concentró en pilotar el avión en silencio. En cierta forma, en los vampiros también había algo parecido. Cuando habían diferentes opiniones o alguien quería casarse con otra persona cuando ya tenía a alguien, se luchaba hasta que hubiera un ganador. Eso se hacía hacía años, por suerte ahora las cosas eran más diplomáticas pero siempre había alguna excepción.
Aunque normalmente le dábamos el exilio a dicha persona y de última opción la muerte. Al pensar en aquello recordé a Baldir, a quién mi padre exilió cuando intentó asesinarlo. Hacía siglos que no sabía nada de él, y esperaba no tener que hacerlo nunca.
Las horas pasaron hasta que llegamos al aeropuerto de Mysticum Terra donde Elías aterrizó en la zona privada de mi familia. Caminamos por la ciudad con el fin de llegar a dónde estarían mis amigos o eso esperaba.
Cuando llegamos pudimos ver como habían levantado grandes muros e incluso habían personas vigilando desde lo que parecían ser torres. Elías me miró confundido mientras nos acercábamos a la puerta principal, pude ser como Brad y Leah nos saludaron e indicaron que abrieran las puertas. Una vez entramos ambos nos recibieron con un rápido abrazo para luego mirar confundidos a Elías.
–Soy el tío de Kaira, un placer. –se presentó Elías extendiendo su mano a modo de saludo.
–¿Qué ha pasado? –pregunté al ver la cantidad de gente que había vigilando la zona.
–Será mejor que tus padres te lo expliquen mejor, Elnora. –me dijo Brad mirando con preocupación a Leah, quién asintió igual de preocupada.
Ambos nos guiaron a través de las casas hasta llegar a la casa de los Grimmwolf, donde se despidieron de nosotros y llamé a la puerta antes de entrar, encontrándome con mis padres hablando con Mildred y Wolfang. Mi padre y Wolfang parecían alterados mientras que Mildred y mi madre les miraban preocupadas, mi madre al verme sonrió y se acercó para abrazarme haciendo que la discusión que tenían parase.
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Entre Especies
Teen FictionElnora Vatore, hija de los vampiros más fuertes. Su mayor secreto es que no bebe sangre directamente de alguien, sino que bebe en sobres. Un secreto que se llevaría con ella toda la eternidad, o tal vez no... Kaira Grimmwolf, hija de la manada de ho...