Capítulo 32

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–Será mejor que hablen para romper la tensión. –dijo Alicia tras unos minutos en silencio. Miré a Troy con desconfianza mientras él se mantenía serio y alejado de nosotras.

–¿Por qué nos has ayudado?

–Será mejor discutirlo en otro lado. –respondió Troy de forma cortante, y mirando a los alrededores.

Caminamos por el desguace hasta encontrar una pequeña casa, al parecer dónde dormía el vigilante del lugar por las noches. La casa constaba de una sola habitación y el baño, tenía una cama, una pequeña cocina y una mesa con algunas sillas.

Troy se sentó en la cama y Alicia en una de las viejas sillas que había, por mi parte permanecí de pie frente al chico esperando que comenzara a hablar. Alicia me miró con curiosidad y algo de desconfianza hacia él, pero no dijo nada, simplemente ambas esperamos.

–¿Empiezas o qué? –le pregunté de forma borde. Alicia me miró por unos segundos y dirigió su mirada a Troy.

–Conocí a Baldir en el bosque el día de vuestra boda, cuando Kaira se interpuso en la flecha envenenada que iba dirigida a ti. Al principio me negué a que me ayudara, pero luego habló del Occidit Lamia y debo ser sincero, me tentó la información que me dio. –comenzó Troy a hablar. Nosotras le prestamos atención a todo lo que decía. –Él me dio el puñal para acabar contigo y así lo hice, no lo voy a negar. Luego la cosa cambió después de la batalla que tuvimos. Volví a ver a Baldir, y esta vez quería acabar con todos él mismo, todos salvo contigo Elnora.

–Me puedo imaginar el porqué. –mascullé con asco al recordar a Baldir.

–Luego estuve en desacuerdo con él al querer acabar con todos. Él me prometió que dejaría Kaira de lado, pero su odio era más grande que su promesa. –Troy continuó hablando mirando el suelo, hasta que nos miró fijamente. –Lo que él quiere es acabar con todos; vampiros, licántropos y humanos, y que sólo esté él contigo Elnora.

–Es un obsesivo y un psicópata. –dijo Alicia con disgusto mientras hacía una mueca.

–Lo que no me explicó es por qué todos están como hipnotizados. Baldir no tiene tanto poder para poder hacer eso. –susurré pensativa, dirigí mi mirada a Troy. –¿Tú sabes algo?

–No hablé mucho con él. Pero dijo algo de Votum Lapis, ¿eso te sirve?

–Me quiere sonar de algo. Sé dónde podríamos tener la respuesta.

–¿Dónde? –me preguntó Alicia con interés.

–En casa de mi madre. En el sótano está la biblioteca, donde tenemos libros de cualquier tema, si hay un sitio donde podemos saber qué es eso, es allí.

–Genial. Será mejor ir cuanto antes, ¿no? –dijo Alicia bastante motivada, ella se levantó de la silla y le coloqué rápidamente una mano en su hombro para hacer que se sentara de nuevo.

–Es peligroso. Baldir está allí con todos nuestros amigos hipnotizados, debemos pensar en algo antes de ir allí. Además, debemos prevenir que no ataquen la ciudad.

–¿No tienes otros vampiros que nos puedan ayudar? Alguno que no esté en la ciudad, me refiero.

–Sé quiénes nos pueden ayudar. –sonreí tras la pregunta de Troy.

Saqué mi móvil y comencé a mandar correos electrónicos a los líderes de las otras comunidades del país con la esperanza de que pudieran venir a ayudarnos. También le dije a Alicia que escribiera un mensaje a su padre diciéndole que iríamos a pasar allí la noche. Nos levantamos para irnos a casa de Alicia, y vi como Troy se preparaba también, eso hizo que le mirase confundida.

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