Entre Especies

Capítulo 35

–Ya hemos hablado con el alcalde, no voy a mentir, fue difícil convencerle de la situación pero al verme en mi forma de licántropo cambió de parecer. –empezó Troy a contar, al decir aquello sonrió con diversión, y siguió hablando. –Envió a toda la malla policial para avisar a la población de que se escondiera en sus casas, pero además iba a mandar la alterta a través de un mensaje en el móvil a todos los ciudadanos de la ciudad.

–¿Lo ha ordenado ya? –preguntó Roxlin. Troy le miró y asintió. –Mejor, cuanto antes estén las personas en sus casas, más seguros estarán.

–Quería avisar al Gobierno de la situación, pero le convencimos de que no lo hiciera.

–¿No sería mejor eso? –preguntó Alicia, y él la miró durante unos segundos antes de responderle.

–No. Porque cuando todo esto termine vosotros los vampiros podréis borrarles la memoria a los humanos de todo esto. –explicó Troy cruzándose de brazos, y mirándome fijamente. –Es más fácil borrar los recuerdos de una ciudad que de todo un país.

–Tiene lógica. –le di la razón. Todavía no me había acostumbrado a trabajar con él, todo era raro y nuevo. –¿Qué sigue?

–Cuando vuestra amiga termine lo mejor es ver qué es esa piedra y como detenerla. Luego de eso deberíamos ir a la ciudad. Me he tomado la libertad de acercarme al Clan, y he podido ver durante un instante como Baldir parecía estar preparado para acercarse a la ciudad.

–Esperemos que Jade no tarde. –susurró Alicia con preocupación, observando a Jade en la misma posición desde hace media hora.

Decidimos dejar a Jade a solas en la habitación para investigar la biblioteca, dado que aún no sabía como era el lugar. Troy se ofreció a quedarse con nuestra amiga en caso de que consiguiera romper el hechizo. Roxlin parecía no fiarse mucho de él pero Alicia le cogió de la mano, y tiró suavemente de él para caminar a la habitación contigua.

–¿Podemos fiarnos de él? –me preguntó Roxlin, una vez nos alejamos de Troy. No sabía si responderle, dado que Troy al ser licántropo podría oírnos igualmente. –¿Y si ataca a Jade?

–Me fío de él. –le respondí, mientras observaba los retratos de mis antepasados y la decoración del lugar. –Hemos hecho una tregua temporal, en cuanto acabemos con Baldir cada uno irá por su lado.

–¿Y eso te parece bien?

–No es que me parezca bien o mal. La situación es crítica, no sólo estamos involucrados nosotros Roxlin. Los humanos también lo están, toda la humanidad peligra si dejamos que Baldir se salga con la suya.

Roxlin permaneció callado cuando terminé de hablar, sabía que no tenía nada que decir, tenía razón en lo que le había dicho y él lo sabía. Troy podía ser nuestro enemigo, pero en esta situación necesitábamos toda la ayuda posible. Además, sabía que Kaira era importante para Troy, y si ella peligraba haría lo que fuera por ella. Al igual que yo. No éramos tan distintos después de todo.

Alicia nos llamó la atención al señalar como el Occidit Lamia estaba en una vitrina. Sonreí con diversión al ver que mi madre había escondido el puñal en el mismo sitio en el que estaba antes. A ella nunca se le había dado bien esconder cosas, eso era algo que me gustaba de ella.

–¿No lo podríamos usar contra Baldir? –preguntó Alicia con curiosidad. Ella se acercó a la vitrina para verlo más de cerca, antes de girarse y mirarnos. –Ya sabes, apuñalarlo o algo.

–Costaría mucho poder acercarse a él, es muy astuto y seguramente intuya que lo haría.

–Tal vez sepa que tú lo harías, pero quizá otra persona podría hacerlo. –dijo Alicia con una sonrisa.