Capítulo 14

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–Tranquila Alicia, respira. –le dijo Hope acariciándole la espalda.

Habíamos decidido sentarnos en un banco para que nuestra amiga pudiera relajarse ya que parecía que le iba a dar un ataque de ansiedad. Hope parecía familiarizada con situaciones así por lo que le dejamos a ella interactuar con Alicia. A los minutos su respiración se igualó, se limpió las lágrimas de la cara y tomó aire antes de hablar.

–Han encontrado a la señora Dupont muerta en su despacho. –dijo finalmente Alicia. Dejándonos a todos sorprendidos y sin saber si habíamos oído bien.

–¿Se sabe quién lo ha podido hacer? –preguntó Ross tras el silencio que se formó.

–No se sabe nada, están tomando nota de los testigos y pruebas en el hotel. –explicó Alicia comenzando a sollozar de nuevo. –Iba a entregarle unos informes, Jenny me dijo que hacía rato que no la escuchaba y cuando abrimos la puerta estaba en la silla llena de arañados.

–¿Arañazos? –pregunté mirándola, eso llamó mi atención.

–Sí...

Alicia se levantó al ver que su padre le llamaba, se despidió de nosotros con una sonrisa triste y nos quedamos en silencio. Decidimos ir a nuestras casa mientras no dejaba de pensar en lo que podría haber ocurrido, tenía que investigar.

Kaira comenzó a poner una lavadora para limpiar la ropa que habíamos usado mientras que le preparaba su plato favorito para cenar, después de prepararlo varias veces le había cogido el truco. Cuando acabé se lo llevé al salón donde me puse a ver la televisión, dejando su plato en la mesa de cristal ovalada que había frente del sofá donde estaba.

–¿Pensando en Amelie? –me preguntó Kaira sentándose a mi lado y cogiendo su cena.

–Sí. Creo que debería ir a investigar, estoy segura de que encontraré algo que la policía no.

–¿Cuándo tienes pensado ir?

–Hoy en la noche, seguramente la policía no esté por la zona, tal vez solo habrán guardias vigilando que no se acerque nadie.

–Bien, pues iremos. –dijo y la miré confundida haciendo que me sonriera. –No te dejaré sola en esto, voy contigo.

En cuestión de segundos llegamos frente al hotel donde habían dos coches patrulla aparcados en la puerta y dos agentes vigilando la zona, tal y como lo imagine. Habían precintado la entrada, y por lo que Ben me contó por mensajes, habían desalojado a todos los turistas que estaban alojándose allí.

–¿Cómo entraremos? –me preguntó Kaira mirando la zona.

–Por una entrada privada. –le sonreí con malicia haciendo que ella me mirase curiosa.

Kaira se subió a mi espalda enrollando sus piernas en mi cintura y sus brazos en mi cuello, salté con fuerza llegando en un segundo a estar volando por encima de las nubes. Comencé a bajar lentamente hasta llegar a la terraza privada donde estaba el despacho de Amelie. Descendí hasta allí donde Kaira se bajó de mi y entramos a su despacho.

–No toques nada, no queremos dejar nuestro ADN aquí. –le susurré a Kaira.

Comenzamos a mirar la zona en busca de alguna señal que pudiéramos encontrar, lo único que llamó mi atención fue que el conducto de ventilación estaba completamente roto, algo que para un humano sería imposible.

–Siento un olor familiar. –me avisó Kaira cerrando sus ojos mientras se concentraba. –Viene del conducto. Ayúdame.

Levanté a Kaira sobre mis manos para que ella pudiera asomarse al conducto, estuvo unos segundos hasta que me avisó que había conseguido algo. La bajé con cuidado al suelo de nuevo y rápidamente Kaira me enseñó un trozo de tela que parecía pertenecer a una camisa negra. Lo llevó a su nariz para olerlo hasta que noté como frunció el ceño y me miró.

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