Capítulo 30

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Suspiré relajándome en la hamaca, la había puesto debajo de unos árboles donde daba la sombra pero también algo de sol. Para esta ocasión había decidido ponerme un bañador negro, y unas gafas de sol para que no me molestase tanto el sol en la cara. Hacía unos minutos había terminado de hablar con Jim para concretar un día y hora para firmar los papeles, algo que pareció emocionarle bastante al saber que aceptábamos.

Estaba disfrutando del lugar cuando sentí como alguien se tumbaba a mi lado, toda la hamaca comenzó a moverse e intenté que estuviera quieta. Vi que se trataba de Kaira pero ella terminó cayendo encima de mí, ambas nos reímos mientras le hacía espacio para que se tumbara. Estábamos algo apretadas pero no me importaba.

–Te vi demasiado cómoda.

–Lo que pasa que ahora estoy extremadamente cómoda contigo a mi lado. –le dije bromeando viendo como su sonrisa se hacía más grande.

Ambas estuvimos en silencio disfrutando del sonido de las olas al romper en la orilla de la playa, a la gente hablando a lo lejos y a nuestros amigos reír. Cerré los ojos disfrutando el momento, pero lastimosamente no duró mucho, Ross nos tiró agua a ambas con un cubo que le había pedido a un niño. Kaira por poco se cae pero por suerte la conseguí sujetar para que no cayera, miré a Ross con una sonrisa divertida mientras veía como Alicia y Hope se reían y grababan la escena.

–Espero que tengas playa para correr. –le dije con una sonrisa.

–No necesito tanto sitio, corres como una anciana.

–¡Ross!

Empecé a perseguir a mi amigo por la orilla mientras algunas personas no veían divertidas e incluso los niños se reían. Al final le engañé diciendo que mejor volvíamos con el resto y aproveché que se acercó a mí para ponerle la zancadilla, él cayó de cara a la arena llenándose la cara. Después de aquello fuimos riéndonos hacia donde estaban nuestras amigas, ellas nos veían con una sonrisa mientras esperaban con su almuerzo.

Me senté junto a Kaira, ella me entregó un recipiente con la gelatina de sangre, le di un beso en la mejilla antes de empezar a comerlo con una gran sonrisa. Casi al finalizar el almuerzo Alicia sacó la cámara polaroid que Ross le regaló e hizo un selfi de todos nosotros argumentando que sería un bonito recuerdo para todos.

Cuando el sol comenzó a esconderse dando paso al atardecer decidimos marcharnos al igual que mucha gente que regresaba a sus casas después de pasar un día en la playa con la familia o amigos. Nos despedimos de Alicia, ella pidió un taxi para regresar a su casa y quedé con ella en vernos mañana para firmar los documentos. Hope y Ross decidieron ir a cenar en un restaurante que Kaira les recomendó.

–Suerte en la cita. –le susurré a Ross. Ambos nos apartamos para hablar mientras Hope y Kaira hablaban.

–¿La cena cuenta ya como cita? –me preguntó mi amigo comenzando a ponerse nervioso. Le sonreí con diversión al ver su cara de pánico.

–Buena suerte campeón.

Le di un empujón hacia Hope, ella miró a mi amigo con una sonrisa divertida al ver como Ross me miraba con pánico. Kaira se acercó a mí para darme un beso en la mejilla antes de irnos dejando a ambos a solas. Caminábamos por un sendero a través del bosque para llegar a nuestra casa mientras los últimos rayos de sol se filtraban a través de los árboles dejando un paraje y una vista muy bonito.

–¿Una carrera? –preguntó Kaira con una sonrisa orgullosa.

–La que pierda prepara la cena.

–Es un trato.

–No pienso perder. –Kaira me sonrió mientras me daba un pequeño toque en la nariz.

–Yo tampoco, cariño.

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