Capítulo 36

1.6K 139 16
                                    

Detuve varios golpes de Kaira con facilidad hasta que con un rápido juego de pies causé que tropezara, ese momento lo aproveché para posicionarme detrás de ella y dejarla inconsciente gracias a mis poderes. Con suavidad la dejé en un lugar seguro debajo de un árbol, la miré con decisión y me giré para ver a Baldir, quién no dejaba de sonreír.

A lo lejos pude ver como Roxlin se enfrentaba a Hope mientras Jade usaba algunos de sus poderes para crear grandes raíces, y con ellas atrapar a varios, dejándolos inmovilizados en ellas al no poder romperlas. Teníamos la situación controlada, tan sólo quedaba librarnos de Baldir y romper el hechizo que había lanzado.

–Vas a perder, Baldir. –le dije con voz firme mientras me acercaba a él.

–Yo creo que no.

Baldir me golpeó en el estómago con su puño sin poder anticiparme a ello, eso causó que retrocediera unos metros hasta golpear mi espalda contra un árbol. No sabía cuál era el deseo de Baldir, pero lo que sí sabía era que sus habilidades de vampiro habían sido aumentadas, seguramente por la Votum Lapis. Él me sonrió victorioso, como si supiera que esta batalla la tenía ganada, pero no me iba a rendir tan fácilmente.

Me incorporé nuevamente antes de lanzarme contra él con la intención de golpearle, pero fue en vano. Por muchos golpes que le lanzara a gran velocidad, él los esquivaba con suma facilidad haciendo que me molestara con la situación. Recordé un poder que me explicó mi padre hacía años atrás pero que nunca había usado. Detrás de mi pude ver una gran roca y sonreí, era perfecta para lo que tenía en mente.

Corrí hasta ella escuchando como Baldir caminaba hacia a mí con tranquilidad, eso era perfecto, sonreí al ver que se estaba confiando. Chasqueé mis dedos creando una pequeña llama, la cuál introduje en la la roca, justo antes de esquivar un golpe de Baldir.

–Una simple roca no va a ayudarte, Elnora.

–Eso lo veremos. –le sonreí con confianza, y dirigí mi vista a la roca.

Baldir observó como la roca comenzó a resquebrajarse por diferentes lugares hasta que iba formando una figura. Una criatura que sólo verías en lo alto de las catedrales, una gárgola. La gárbola gritó con un molesto chillido agudo antes de arrojarse contra Baldir, él entrelazó sus manos con las garras de la criatura mientras forcejeaba para alejarla.

Aproveché ese momento para crear otras dos gárgolas mientras Baldir estaba concentrado con la que había creado, en el momento en el que volaron hacia él con la intención de atacarle, Baldir consiguió destruir la primera que hice al lanzarla contra el tronco de un árbol. Él durante toda la pelea contra las gárgolas no dejó de sonreír en ningún momento, algo que me molestó. Sentí la presencia de alguien a mi lado e inmediatamente me giré con la intención de atacar, pero me detuve al ver que se trataba de Troy.

–Impresionante Elnora. Se nota que eres una de los vampiros más poderosos. –comentó Troy al ver cómo las dos gárgolas atacaban a Baldir. –Pero no debemos bajar la guardia.

–¿Cómo va la situación? –pregunté sin dejar de mirar a Baldir, quién parecía ir tomando ventaja.

–Wolfang, Mildred y tu madre habían entrado en la ciudad pero Jade los ha detenido. La situación está controlada, a falta de él.

Ambos nos acercamos a Baldir justo en el momento en el que él agarró el brazo de una gárgola y la lanzó contra la otra, rompiendo ambas en miles de trozos de roca. La ropa de Baldir estaba rasgada y sucia, al mismo tiempo que su cuerpo presentaba arañados en brazos y torso causados por las gárgolas. Él se sacudió la ropa antes de mirarnos a ambos, y sonreírnos con arrogancia.

–Buen truco, pero eso no bastará para derrotarme. Ni con tu perro faldero como ayudante te bastará.

Sin que nos lo esperásemos, Baldir usó su poder de telequinesis para hacer que Troy comenzara a levitar antes de lanzarlo varios metros, él chocó contra un árbol haciendo cayera al suelo adolorido y que el tronco debido al fuerte impacto se rompiera causando que al caer al suelo se escuchara un gran estruendo.

Entre EspeciesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora