T R E I N T A Y S I E T E

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Liam


La hermana de Hayden no sabía de la noticia aún, no había nadie que pudiera decírselo. Su hermana murió hace unas horas. El mismo Parrish me la quitó de mis brazos, llevándosela a Dios sabe dónde. Su muerte me afectó tanto que ni si quiera noto ya los efectos de la superluna. Y si a eso le sumamos el plan de Theo para que matase a Scott... No puedo creerme nada de lo que está pasando.

La sheriff se está subiendo a su coche cuando me debato en si salir o no para contarle la terrible noticia, de vería saberlo antes que se entere alguien más.

—¿Qué crees que estás haciendo? —me interrumpe Mason en mi misión.

—Alguien tiene que contarle lo de Hayden.

—No, ese alguien no tienes por qué ser tú. Y menos con ese aspecto —dice refiriéndose a mi andrajoso estado—. ¿Y si piensa que la has matado?

Para entonces ya se había ido en su coche. Vuelvo a sentarme en el suelo, derrotado.

—Tal vez lo hice.

—No lo hiciste. Y aunque las últimas horas no han sido las mejores, esta no es la forma de arreglarlo. Lo acabará sabiendo. Y no le va a doler menos viniendo de ti.

Mason tiene razón, pero no puedo evitar que se me salten las lágrimas. Aprecio sus ánimos en estos momentos y no sé qué hubiese pasado si él no me hubiera interrumpido con Scott.

—Vamos —me anima a levantarme y le hago caso.

Al hacerlo, un aroma conocido llega a mi olfato de lobo. Es un olor que reconozco al instante, es el de Hayden, no puede ser otro.

—¿Qué?

—Es Hayden —comienzo a andar siguiéndolo—. Es su olor —sigo oliéndolo y cada vez lo tengo más claro—. ¡Está aquí!

—Liam, has tenido su cuerpo en tus brazos y has visto a Parrish llevársela del hospital. Ella se ha ido, está... —niego con la cabeza, él tiene razón, es imposible.

—Era ella, te lo juro —aun así miro a mi alrededor por si acaso, aunque me encuentro solo con los coches que hay aparcados en el parking.

—Liam, tengo que contarte una cosa más —le devuelvo la mirada—. Después de lo de Theo, después del golpe, cuando desperté...

—¿Qué pasa?

—Vi a Emily. Ella estaba transformada en mujer lobo y... —abro los ojos al pensar en ella, con todo esto, no me acordé de que es su segunda luna llena y lo peor es que no es una luna cualquiera—. Estaba atacando a Theo.

—¿Emily? ¿A Theo?

—Sí, estuvo a nada de matarlo, yo se lo impedí.

—¿Y no te atacó después? Estará bajo efectos de la luna.

—No, eso es lo extraño. Fue únicamente a por él, después de eso, se fue.

—Tiene que estar sola por alguna parte de Beacon Hills, tengo que buscarla.

—Te acompaño, vamos.

Buscamos a Emily por los alrededores del instituto, pero no percibo su olor, debe de haberse ido más lejos. Decidimos adentrarnos en el bosque que hay justo detrás del instituto, es el sitio más lógico por el que ha podido ir. Al cabo de un rato adentrándome en él, empiezo a olerla. Camino siguiendo el aroma, poco después empiezo a notar su presencia y parece que no se mueve, está en un mismo sitio. Los rayos de sol han empezado a salir, y ya no queda apenas nada de super luna. Encuentro a mi hermana entre los árboles, sentada en el suelo, su ropa está totalmente dañada y sucia, con manchas de sangre al igual que sus manos, brazos y algunas partes de su rostro. Tiene la mirada perdida, mientras que sus azules ojos derraman lágrimas.

TEEN WOLF: FURIA | I ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora