C U A R E N T A Y D O S

15 2 0
                                    


Emily


No voy a mentirme a mí misma negando que la propuesta era apetecible y que me la pensé por un momento. Irme de aquí con él, dejándolo todo atrás y tenerlo a mi lado... Pero luego pienso que en todo lo que me dijo ayer, en que en ninguna de esas palabras había un "perdóname", y directamente vuelvo atrás. ¿Qué es lo que siento por ese chico? ¿Por qué me deja tan mal? ¿Por qué a pesar de todo lo que ha hecho siento que puedo perdonarlo con el tiempo? No debería sentir eso, no debe ser perdonado porque lo que nos ha hecho no tiene perdón. Pero, luego pienso que quizás esté diciéndome que solo yo puedo impedir que siga por el mal camino. Aunque siempre se ha dicho que las personas nunca cambian.

—Hola, Em —escucho a mi lado.

Me encuentro en el jardín trasero de mi casa, sentada en una de las sillas de jardín frente a la piscina. Está a punto de caer el sol. Llevo todo el día sola en casa pensando en lo que pasó ayer, quería decirles a todos que Theo y su manada no tenían nada que ver con la bestia y que estamos en el mismo bando, pero entonces sabrían que he estado hablando con él y no sé si podría ocultar que me sentí débil con él delante. Por eso quise contar con alguien externo a mi manada, necesitaba a alguien que no me juzgara. Por eso llamé a Brett.

—Gracias por venir. Adelante, siéntate, sigue siendo tu casa —me lo agradece con una sonrisa y toma asiento a mi lado.

—Me ha sorprendido tu mensaje, y estoy bastante preocupado, ¿qué ocurre?

—No es nada grave, es solo que... Necesitaba hablar. Y echo de menos hablar contigo, ¿sabes? Porque tú me escuchas, siempre lo has hecho y quizás no te he valorado lo suficiente.

—Sí que lo hacías, por lo menos yo me he sentido valorado siempre que contabas conmigo para hablar y lo sigo haciendo, créeme —hubo unos segundos de silencio, tenía que pensar como empezar.

—Hace poco me convertí en una criatura sobrenatural, si me hubieran dicho el futuro hace unos meses, nunca lo habría creído —miro fijamente el agua de la piscina—. Me cambiaron de instituto y lo vi todo negro, sentía que lo perdía todo y que te perdía a ti. Pero, de repente me vi envuelta en una nueva familia, una manada te hace sentir bien y acogido. Ahora está rota, vuelvo a verlo todo negro, me siento desnuda y desprotegida.

—Sabes que no estás sola y mucho menos desprotegida, si algo tenemos los hombres lobo, es protección y tú eres lo suficientemente fuerte para tumbar a un grupo de matones —se ríe y consigue que eleve un poco las comisuras de mis labios.

—Puede ser... ¿Sabes lo que ocurrió en la superluna?

—Algo me han contado, también hay cotilleos entre manadas. Fue cosa de ese chico con el que esta...

—Estaba —corrijo antes de que termine—. Sí, nos traicionó. Casi mata a Scott, y quería usar a mi hermano. Además de que casi lo mato yo a él, estuve a punto de asesinarlo, no sabes hasta qué punto sentí furia, jamás me había sentido así. Pero, ayer hablamos y estuve a punto de perdonarlo. ¿Cómo se me ha podido pasar eso si quiera por la cabeza?

—Tal vez porque lo que sientes por él es aún más fuerte de lo que sentiste cuando te traicionó.

—¿Eso es posible?

—Así es. Lo digo porque yo he pasado por lo mismo, cuando cortaste conmigo —de repente me sentía bastante mal, nunca habíamos hablado de esto antes—. Quizás no me traicionaste ni intentaste asesinar a nadie, pero lo pasé mal y no entendía nada, estaba muy cabreado, siempre pensaba que cuando te viera te lo haría saber, pero está claro que no fue así y directamente me olvidé de todo y te perdoné. Comprendí que todavía...

TEEN WOLF: FURIA | I ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora