𝟐𝟑

812 60 17
                                    

✧─── ・ 。゚★: *

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧

Ya habían pasado cinco horas de viaje, por lo cual, quedaban cinco aproximadamente.

El viaje estaba tranquilo, iban cada uno en la suya o como mucho hablaban con los de adelante y/o atrás.

—Qué lindas vistas que hay —Opiné viendo por la ventanilla.

—Mal, es re lindo Argentina, le falta reconocimiento —Contestó Mateo.

—Literal —Afirmé. —. Ya no sé de qué hablar —Me quejé luego de unos segundos en silencio y apoyé mi cabeza en su hombro.

—¿Todo el tiempo tenés que hablar?

—Sí, si no me aburro y me pongo re insoportable.

—Lo sos estando aburrida o no —Dijo riendo. —. Nah mentira, hermosa.

—Ya lo sé igual —Afirmé riendo también.

—No digas así, yo te lo decía jodiendo.

—No, en serio, boludo. Cuando era chiquita me lo decían siempre porque no me callaba nunca.

—Bueno pero a mí me podés hablar todo lo que quieras porque a mi me encanta escucharte aunque sean horas —Me dijo mirándome a los ojos.

Su mirada era tan intimidante pero a la vez la amaba, podía pasar horas viéndolo que no me aburriría nunca de ver sus facciones, sin pensarlo podría decir que era el pibe más lindo que había conocido. Cada vez que lo tenía en frente me daba cuenta en lo bien que hice en creer en el shifting, y a la vez me daba cuenta cuánto lo iba a extrañar en cuanto vuelva, ya ni siquiera podría hablar por teléfono. Éramos simples desconocidos allá, tan solo una fan más. Aunque luego de esto ya dejaría de pensar que era solo eso, aunque sí lo sea, por lo menos en la realidad.

—¿Estás bien? —Preguntó sacándome de mi trance.

—Sí, me re colgué —Hablé sonriendo.

—¿Y por qué llorás? —Preguntó otra vez y me dí cuenta de las lágrimas que tenía estancadas en mis ojos.

—Me dio como cosita lo que me dijiste, tipo re tierno —Justifiqué mintiendo y me sequé las lágrimas.

—No se te puede decir nada que ya llorás o te ponés roja —Me acusó divertido y ambos reímos.

—Quiero llegar —Me quejé estirándome.

—Tenés hormigas en el culo, boluda —Me tenté al oír eso y quedamos riéndonos un rato, tiempo en el cual nos reíamos por literal cualquier boludes que digamos o veamos.

—Ay, Dios. Me duele la panza de tanto reírme —Hablé tomándome esta. —. Bueno ya está, no me mires porque me voy a tentar de nuevo —Dije y él se rió por lo que dije, haciendo que yo me tiente de nuevo. —. Ay, me pegué la cabeza contra el vidrio —Informé dejando de reír y me sobé donde me había golpeado.

𝐒𝐡𝐢𝐟𝐭𝐢𝐧𝐠 ─𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora