𝟐𝟒

811 56 9
                                    

Catorce se abril, 201909:30

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Catorce se abril, 2019
09:30

✧─── ・ 。゚★: *.✦ .* :★. ───✧

Me desperté culpa del despertador de Mateo, el cual ya había sonado antes y lo aplazó.

—Mateo, ¿podés apagar eso? —Me quejé pateándolo despacio. Él soltó un quejido y apagó la alarma. —¿No nos tenemos que levantar ya? —Pregunté algo dormida cuando sentí que me abrazó para seguir durmiendo.

—Esperá un toque —Dijo con la voz ronca.

Me levanté pesadamente para ir al baño, donde hice mis necesidades, me lavé los dientes y me peiné un poco.

—Dale, Teo. Vamos a desayunar —Pedí dejando un beso en su nariz.

—Dejame dormir, gorda —Se quejó él.

—Pero tengo hambre y me da vergüenza bajar sola —Al oír eso, el morocho se levantó como pudo, y sin decir nada, se fue hacia el baño.

Yo aproveché para buscar ropa en mi mochila, agarré un short de jean negro y una remera ajustada naranja, la cual no se iba a ver ya que iba a ser tapada con un buzo blanco.

Mateo salió del baño y me adentré para cambiarme. Cuando salí, me lo encontré sentado en la cama con el celular, tenía puesta una bermuda y una remera.

—Me dijo mi papá que no desayunamos acá, no sé a donde vamos —Avisó en cuanto me vio.

—Bueno dale, ¿ya estás vos?

—Sí, ¿vos? —Asentí con la cabeza. —. Vamos entonces.

Salimos de la habitación y fuimos a la planta baja del hotel y nos sentamos en uno de los silloncitos a esperar a Pedro.

—¿Estás bien? —Me preguntó Mateo de la nada.

—Sí ¿por?

—No sé, estás rara. ¿Te pasó algo? ¿Estás incómoda? —Volvió a preguntar preocupado.

—No gordo, estoy bien —Le contesté sonriendo, él asintió algo dudoso y le di un beso para que no siga con las preguntas.

—Te veo media caiducha —Habló en mi cuello, con sus brazos en mi cintura.

—Pero estoy bien, en serio —Volví a decir acariciando su pelo.

Cuánto lo iba a extrañar...

—¿Vamos chicos? —Preguntó Pedro llegando hasta nosotros. —. Buen día, Emi —Dijo al verme.

—Hola Pedro —Sonreí.

—¿Buscamos algo por ahí para desayunar? —Ambos asentimos y nos levantamos pesadamente de la posición tan cómoda en la que estábamos.

Salimos del hotel y fuimos caminando, Mateo estaba entre su papá y yo, con su brazo por encima de mis hombros, y mi brazo pasaba por su cintura.

𝐒𝐡𝐢𝐟𝐭𝐢𝐧𝐠 ─𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora