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Ojalá este fuera un día como cualquier otro. Ojalá siguiera estando igual de feliz que hace dos semanas, pero no lo estoy, y todo es culpa del estúpido cabeza hueca de Bert McCracken.
Desde que él y Gerard se conocieron en un bar después de un festival en Chicago, Bert se la pasa pegado a él. No lo deja en paz ni siquiera para ir a mear y a Gerard no parece molestarle su presencia en absoluto.
¿Que si sabe que está comprometido? claro que sabe que está comprometido. Gerard fue el que me presentó como "Frank, mi casi esposo" dos horas después de haber convivido con ese roñoso. Y parece que se lo pasó por los mismísimos huevos porque su comportamiento fue incluso todavía más invasor a su espacio personal después de eso.
No es que esté celoso de Bert, estoy acostumbrado a que se le peguen ese tipo de personas a Gerard, es un hombre muy atractivo con rasgos específicos y muy finos, por supuesto que llama la atención de cualquiera tener unos labios tan rosados y pequeños, me llamó mucho la atención a mí en su momento y lo sigue haciendo, todo de él me llama la atención, por eso y muchísimas cosas más en su maravillosa personalidad dulce, es el hombre al que le di el anillo de compromiso meses atrás. Jamás voy a olvidar la cara que puso, ni las lágrimas de felicidad excesivas que derramó ese día sobre mi hombro después de darme el "sí" definitivo.
Pero la forma en que Bert lo mira todo el tiempo, sus acciones pasadas de cariño hacia él y los halagos que llega a hacerle están empezando a cansarme y hacerme sentir enfermo. Por mucho que Gerard pueda juntarse con quien se le dé su regalada gana y pueda tener muchas amistades, ya que después de todo sigue siendo una figura pública y necesita de esa socialización con el prójimo para lograr tener futuros contactos útiles y así se abran puertas más fáciles para la banda, el comportamiento insinuador de Bert me parece excesivo de cierta forma, y Gerard le está dando más alas a esos comportamientos.
Para empezar, desde que conoció a ese pulgoso con cara de violador en potencia, nuestras salidas han disminuido bastante, cada vez que lo invito a comer o escaparnos un par de horas en la noche después de un concierto para convivir, me dice; "No puedo, Frankie. Estaré con Bert haciendo tal cosa, te veo en un rato", y es jodidamente estresante porque al parecer no dejan de planear y planear cada vez más proyectos juntos. Ayer estaban haciendo un par de voces de fondo para una canción de nuestro nuevo álbum. En mi más humilde y sincera opinión, la participación de ese orangután con pelo grasoso se me hace completamente innecesaria y forzada, pero yo no soy Gerard, él es el de las buenas ideas y nunca he cuestionado lo que hace porque termina teniendo la razón siempre en el sentido musical. Cualquier cosa extraña que le resulte en la cabeza termina siendo un éxito total, y yo no sé cómo mierda tiene cabeza para pensar en tantas cosas que abundan de originalidad.
Por eso lo amo tanto.
No pienso hablar con Gerard del tema, porque es un simple amigo, un conocido más interesado en él, ya se le pasará, mi corazón y mi alma misma confían ciegamente en Gerard, y todos en la banda saben que él sólo tiene ojos para mí..., ¿verdad?
Sólo hay veces en las que no puedo evitarlo. No puedo evitar sentirme extraño cuando Gerard mira a alguien más que no sea yo, o que me moleste cuando abraza tan cariñosamente a alguien, sé que es muy expresivo y le encanta dar abrazos, repito, Gerard tiene una personalidad muy dulce, es alguien cariñoso. Pero aun así siento que, si muchas veces no tuviera autocontrol de mí mismo, me darían celos hasta de que cualquier cabrón respire a medio metro de distancia de su persona.
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𝘐𝘯 𝘢 𝘍𝘳𝘦𝘳𝘢𝘳𝘥 𝘞𝘢𝘺
FanfictionEspecial Frerard creado con escritos aportados por diferentes colaboradores.