𝘐𝘯 𝘢 𝘍𝘳𝘦𝘳𝘢𝘳𝘥 𝘞𝘢𝘺

𝘊𝘢𝘯𝘤𝘪ó𝘯

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AshleyArmstrongWay TwoDollarsBill

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Besarte era de mis actividades favoritas y es que desde que te conocí, me di cuenta que no iba a haber nadie como tu, eras unico, con esa sinceridad agresiva y gran empatía que lograron enamorarme con facilidad alterando mis latidos como nadie nunca lo ha hecho, con ese cabello castaño, ojos avellana y labios miel que iluminaron mi vida desde el día 1

—Te amo —susurre antes de darle uno de esos besos que alteraban la química de nuestro cerebro, estaba tan feliz de tenerlo a mi lado en uno de los momentos más importantes de mi vida.

—Ya basta, tienes que ir a presentarte, no quedarte aquí a besarme, es tu galería de arte hazte cargo —mencionó antes de darme un ligero golpe y reir.

—¿Entonces puedo raptar esos labios miel para que me acompañen ya que su dueño no quiere besarme?

—No, ¿qué cosas dices? —preguntó entre risas antes de llevarme afuera del almacén hacia la galería de arte en donde me esperaban en el centro para dar unas palabras—. Suerte, rompete una pierna y avísame si alguien dice algo negativo de tu arte para que entonces yo le rompa una pierna —murmuró antes de besarme—. Te amo.

Se, fue con el resto de la gente, dejándome solo y listo para dar mi discurso el cual no llamaría un éxito pero tampoco un fracaso

—Hey, no te desanimes Gee, no salió mal, lo hiciste bien, no te trabaste al hablar y dijiste todo lo que ensayamos.

—Pero ¿realmente lo hice bien? ¿qué crees que hubiera dicho mi madre de esto? —pregunté con nerviosismo puesto que el fantasma de su aprobaciòn me perseguía desde hace mucho tiempo.

—Por favor no hables de esa señora, ella no es importante, no vino a esto así que por mi que se muera —sabía que era un chiste por lo que me rei.

—Gracias por los buenos deseos a mi madre —mencioné entre risas.

—Que raros chistes hacen —dijo mi mejor amigo causandome un ligero susto—. Digo, si es que a eso se le puede llamar un chiste.

—Bert —grite con felicidad antes de abrazarlo—. Gracias por venir.

—No agradezcas, eres como mi familia y la familia siempre debe apoyarse.

—Ves, entonces tu madre no es familia, por ende no importa, fin —habló Frank antes de reír contagiandome de manera inmediata y recibiendo una mirada extraña de parte de Bert.

Bert se fue después de eso dejándome solo con Frank de nuevo, por lo que decidí robarle otro de esos besos y así pasó la noche, a veces platicaba con mis amigos o con los amigos de Frank que habían venido a ver mi arte, también hablaba con gente que no conocía pero que venía a ver mis obras pero siempre que hallaba la manera de encontrar un silencio para darle otro de esos besos.

—Besame —hablo con una sonrisa mientras estábamos cerca de la pintura principal de la exposición—. Bésame como si jamás me volvieras a ver o yo que se.

—¿Por qué? ¿Hay algo que me quieras decir?

—No específicamente, solo quiero uno de esos besos. —Sin más lo besè sintiendo su sabor dulce como miel combinarse con el sabor al alcohol que ambos habíamos consumido.