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31 de octubre.
Halloween era de mis fechas favoritas en el año, hasta que llegaste a mi vida. Después, fue mucho mejor. Nunca había visto a un chico que fuese tan bello y perfecto en la vida real, su cabello negro que caía en fleco sobre su frente siempre se mantenía brilloso, su nariz era tan preciosa porque en la punta de ésta se hacía una bolita y se encontraba adornada con un aro a un costado, sus dientes... Era el primer chico que vi que tuviera una sonrisa tan adorable y aterradora al mismo tiempo, pues sus colmillos realmente parecían colmillos, sin embargo, le daba un aspecto sexy porque tampoco eran tan largos.
La presencia de Frank Iero en mi vida significó una serie de emociones y sentimientos. Sorpresa, curiosidad, miedo, alegría, decepción, tristeza. Amor. Sobre todo, mucho amor.
Nos conocimos cuando ambos trabajábamos para una extensión de estación de radio, yo era el locutor en el programa de la tarde y él había entrado como equipo en el sonido, ya que también ayudaba en la parte técnica de la otra parte de la empresa, porque al ser una donde contaba con un canal de televisión y un periódico, solían rotar de personal por seguridad y privacidad.
Había conseguido mi contrato gracias a una amiga que había hecho en la carrera de comunicación, pues su hermano era una figura importante ahí y cuando egresamos se habían abierto varias vacantes. Mi sueldo no era el mejor cuando inicié, pero fue el paso de los años y la pasión que tenía por mi trabajo lo que me hizo reconocido en el lugar e incluso en las calles.
Todos en la cabina éramos amigos y habíamos decidido llegar disfrazados un halloween a pesar de que el público no nos vería, pues nos gustaba ambientarnos en fechas de ese estilo para variar un poco la programación. Esa vez me había puesto un maquillaje rápido de vampiro, también había utilizado una capa que era de Mikey y un chaleco negro encima de una camisa blanca que casi no usaba porque en días de verano me daba mucho calor. No obstante, se burlaron cuando me vieron, porque según ellos no venía de un personaje distinto.
A lo lejos, un "hombre lobo" me saludó mientras acomodaba mi micrófono y las cosas de la mesa, y no lo habría reconocido, de no ser que se habría quitado la máscara para secarse el sudor de la frente soltando un suspiro cansado, porque seguramente habría cargado varias cosas antes.
—Alguien pásele un vaso de agua al chico —dije acercándome para sentarme y leer rápido algunas cosas que Ray me habría puesto para que no pasaran desapercibido.
—Estoy bien, gracias Gee —sonrió y salió cerrando la puerta detrás de él.
Así era todos los días, sólo intercambiábamos miradas, sonrisas y pláticas muy cortas. Pero, al terminar el programa, nos dijo a todos que nos invitaba a una fiesta de disfraces que tendría por la noche, y hasta ese momento supimos que era por su cumpleaños.
***
Decidí producir bien el disfraz, consiguiendo unos colmillos tipo realistas, mejorando el maquillaje y me puse algunas joyas encima. Mi hermano, que estaba de visita en la ciudad, me preguntó a dónde iría, le dije la dirección y le pedí de favor que me fuese a traer a eso de las dos de la mañana. Él accedió con la condición de que le invitara la cena, así que le dejé el dinero y me dio un aventón en mi auto. Le dije que me fuese a recoger porque tenía ganas de emborracharme, aunque al momento pensé que debía moderarme porque no conocía a los demás, por más que los chicos del trabajo también estarían.
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𝘐𝘯 𝘢 𝘍𝘳𝘦𝘳𝘢𝘳𝘥 𝘞𝘢𝘺
FanfictionEspecial Frerard creado con escritos aportados por diferentes colaboradores.