Capítulo 1 Hallazgo en el Bosque

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Es el comienzo de la primavera del año 2012, en la ahora Ciudad de México. El día es extremadamente cálido. Los noticieros pronostican lluvia inusual al atardecer y en los días venideros.

   Un joven impaciente, revisa casi en la desesperación las listas de admisión en la universidad pública más grande y sobresaliente del país. Tres semanas antes realizó el examen buscando su ingreso. Acudió temprano por la incertidumbre que lo devoraba mentalmente. Tenía grandes planes, muy prometedores para cualquiera de su edad; y a la vez difíciles de concretar tal como lo planeaba.

   Su sueño ideal era ingresar a la universidad, destacar y continuar sus estudios en Estados Unidos de América; buscar todos los medios para que la Universidad lo admitiera. Había pasado sus tardes estudiando.

   Su búsqueda en las listas parecía interminable. De pronto su mirada por fin se detuvo cuando encontró su nombre en aquellas hojas. Una gran satisfacción y alegría inmensa lo invadió. Le brotaban numerosas ideas para planear y realizar. Anotó en un pedazo de papel la fecha de inicio de clases y otros datos para no olvidarlos. Se retiró rumbo a su casa tranquilo y contento por lo sucedido.

   En casa lo esperaba Rosario, su madre, y Yunque su perro fiel. Al llegar se percató que su madre aún dormía plácida, casi como un bebé. Por algunos segundos la contempló y luego se retiró. Fue a la sala, se sentó junto a su mascota a descansar complacido por lo acontecido, pensando de nuevo en cumplir sus metas a como diera lugar para ayudar a su madre. De pronto la escuchó moverse y a dar vueltas en la cama como si estuviese angustiada por algo, al parecer tenía de nuevo ese sueño extraño que se entromete en su descanso cuando los días son más agotadores en su trabajo. Ella sueña siempre el mismo escenario; despierta sin recordar detalles, sólo fragmentos de lo sucedido. En el sueño se encuentra en un lugar extraño, ella está acostada, atada de pies y manos sin poder ver quien la mantenía en esa condición; sin embargo, puede percibir el inicio de su embarazo. Intenta averiguar quién está detrás de esa terrible situación, pero no lo consigue. Le angustia saber qué algo le estaban haciendo a su vientre y al bebé que esperaba. Luego mira unas siluetas extrañas que según distingue no se asemejan a un humano. En ese lugar encerrado y frío tiene la sensación de estar en las alturas dentro de una aeronave. Los sonidos y voces son ininteligibles, desconocidas, que asegura jamás había escuchado. Mira en un lapso de tiempo a varias mujeres en la misma situación, se preguntaba si también algunas de esas mujeres estarían embarazadas. Tiene la sensación de que así es.

   Para finalizar el sueño repetido y delirante ella se ve en su cama, recostada y descansando como si nada hubiera ocurrido. Como cada vez una sensación inusual en su vientre la embarga. El sueño termina. Rosario despierta sudando y asustada. Desconoce porqué desde hace tiempo tiene el mismo sueño repetido como un disco que no se cansa de girar.

   Ella se levantó de su cama y fue hacia la sala para ver si su hijo había regresado. En su andar se preguntaba sobre el significado de ese sueño extraño. Encontró a su hijo recostado en el sillón descansando acariciando a su perro y le dijo:

—¿Cómo te fue en tu visita a la universidad? —preguntó.

—Muy bien mamá. ¡Sí estoy en la lista de admisión!

—¡Me haces muy feliz, Eliseo!

—Eso es lo que siempre busco hacerte sentir, mamá.

—Tu padre estaría muy orgulloso de ti y sé que él se pondrá muy contento porque es el inicio de tu gran ilusión —le dijo su madre con la voz un poco cortada.

—Eso quiero pensar mamá porque diario lo recuerdo. Ya verás que desde el primer día de clases me esmeraré por aprender mucho.

—¡Lo sé, hijo! Tú siempre tratas de no darte por vencido en todo lo que te propones —dijo ella con orgullo.

Los Jóvenes del SímboloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora