29.The Feeling

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España (3.0)

Tocaron la puerta de mi casa.

-¡Papa!,a llegado charles.-grite tomando mi teléfono y mi bolso.

Abrí la puerta.

-Hola bonita.-dijo con una sonrisa en su rostro.

¿Cómo podía hacer como si nada pasara después?

-Hola chas.-dije sonriendo.

Trate de fingir estar bien aunque por dentro me dolía verlo tan inocente.

-Estas preciosa.-dijo besando mi mejilla.

¡Dione no!

-Gracias.-dije algo sonrojada.

Dione no te sonrojes no caigas en su estúpido juego otra vez!!!

-Listo,vámonos.-dijo mi padre llegando con nosotros,mientras se buscaba algo en los bolsillos

-Claro.-dijo Charles tomando mi bolso con una mano y mi mano con la otra.

Una parte de mi quería soltar a Charles y alejarlo de mi.

¿La otra parte?

Amaba tener contacto físico con el.

Salimos de mi casa rumbo a su auto.

Papa se quedó dentro unos segundos para luego salir de la casa y subir al auto junto a Charles y a mi.

-Bien chicos hora de irnos,que los Sainz deben estar esperándonos.-dijo mi padre y Charles emprendió el rumbo a la playa.

Hoy era jueves por la mañana.

Y estábamos a punto de ir a seguir con una de nuestras mayores tradiciones aquí en España.

Todos los jueves antes de cada fin de semana de carrera,nos reuníamos con la familia Sainz a pasar todo el día juntos en la playa y después vamos a el mejor restaurante de todo España a cenar para dar inicio a un buen fin de semana de carrera.

(...)

-¡Cariño!.-dijo reyes en cuanto baje del auto.

Camine hacia ella para poder abrazarla.

Desde que murió mamá,ella y Pascale han Sido como madres adoptivas para mí.

Realmente no abría podido sobrevivir sin ellas a mi lado,y es algo que siempre les agradeceré.

-Estas muy hermosa cariño.-dijo reyes tomando mi mano mientras me miraba de pies a cabeza.

-Gracias.-dije algo sonrojada.

Ella sonrió,para después ir a saludar a Charles y a papá.

Caminé un poco más cerca del yate que se encontraba anclado a la orilla.

Lo miraba impresionada ya que el yate era enorme.

Del yate se asomó Carlos,quien traía una playera blanca que lo hacía lucir realmente guapo.

Me quedé embobada mirándolo.

El me miro y sonrió.

-Hola preciosa.-dijo mirándome.

Todo Sobre TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora