Todo Sobre Ti

37.I Almost Lost You

Pov:Dione.

La brisa de la mañana era intensa, agitada, como si presagiara el caos que estaba a punto de desatarse.

Cerre los ojos por un instante, tratando de calmarme, pero mi pecho seguía latiendo de prisa mientras los gritos de los fans y el rugido de los motores llenaban el ambiente.

Lance, a mi lado, me apretó la mano en un gesto silencioso de apoyo.

Él había sido mi refugio en los últimos meses, la única persona que había permanecido a mi lado cuando todo lo demás se desmoronaba.

La mirada confiada de Lance me dio un poco de fuerza, pero aún así, la sensación de vacío seguía allí, más fuerte que nunca.

Desde que mi vida en Ferrari terminó, había intentado con todas mis fuerzas olvidarlo, pero estar de regreso en un circuito me enfrentaba con una avalancha de recuerdos y sentimientos que apenas podía procesar.

Carlos y Charles. Las personas que alguna vez considere amigos, que les tenía tanto cariño.

Todo parecía tan lejano ahora, como si perteneciera a una vida que había dejado de ser mia.

El peso de esa ruptura, el distanciamiento, todavía me sofocaba.

Pero por encima de todo, Charles... Él siempre había sido especial para mi.

Aprete la mandíbula, tratando de alejar esos pensamientos.

No estaba preparada para enfrentarlos, no aquí.

A la distancia, vi a Carlos preparándose para la carrera.

Se veía tranquilo, enfocado, aunque una parte de mi sabía que él también estaba luchando.

Los recuerdos se agolpaban en mi mente, y una tristeza amarga me invadió.

Nuestra amistad había sido tan intensa, tan genuina… y ahora, apenas y nos dirigímos la mirada.

Antes de que pudiera ahondar más en esos pensamientos, la carrera comenzó, y el mundo entero pareció reducirse a un solo punto en la pista.

(...)

Todo transcurría con la adrenalina típica de un Gran Premio.

Sentía la tensión de cada curva, cada aceleración, cada segundo contado.

Pero, de pronto, la pista se volvió un caos. Una bandera roja.

Las pantallas mostraban el auto de Carlos envuelto en llamas, una imagen que hizo que mi corazón se detuviera.

—¡No!—grite, sin darme cuenta.

Todo lo demás se desvaneció, y el mundo se comprimió en esos instantes eternos, en esa imagen de Carlos atrapado.

Los segundos se hicieron eternos, y el aire comenzó a faltarme.

Solo podía ver las llamas y el rostro de Carlos, los gritos de los comisarios intentando ayudarlo, pero él... él no salía del monoplaza.

Senti una ola de pánico apoderarse de mi, y antes de darme cuenta, la oscuridad me arrastró.

(...)

Cuando abri los ojos, el blanco deslumbrante del techo me desorientó.

Parpadee, tratando de recordar dónde estaba, hasta que el dolor en mi pecho volvió con toda su fuerza.

Gire la cabeza y vi a Lance, sentado a mi lado, con una expresión de alivio.

—¿Estás bien?.—me dijo él, sosteniéndome la mano.