•°.❀Á𝔫𝔤𝔢𝔩 ℌ𝔞𝔩𝔬❀.°• |YM|

♠️Capítulo 5

El auto de la mujer se perdió en la carretera después de haber ido a darle las condolencias a su querido hermanito.

No podía faltar, eran familia así que debía estar ahí.

Sonrió mientras arrojaba sus gafas oscuras hacia un lado y se acomodaba el cabello.

     —Apresúrate Choi, necesito llegar pronto hay mucho por hacer.

     —Claro señorita Da-son ya vamos a llegar no se preocupe.

Da-son se recostó bien en el asiento trasero de su auto y cerró sus ojos. Estaba cansada, el día anterior había tenido bastante que hacer en su Mansión pero no se quejaba. Todo lo que estaba haciendo valía la pena.

Ella siempre fue solitaria y todo lo que logró en pocos años no fue por la ayuda de su padre. El hombre sabía que ella era su hija sin embargo jamás tuvo la gentileza de acercarse a ella ni a su madre para velar por ellas. Todo lo tuvieron que hacer solas y no es que no hayan podido salir adelante, Da-son era de las que decía que una mujer no necesitaba de un hombre a su lado para obtener riquezas y poder.

Pero era lista y astuta.

Ella sola se abrió el camino comenzando a trabajar muy joven como asistente en un buffet jurídico, de ser la secretaria pasó a ser la esposa de un adinerado abogado en tan solo tres meses. Exactamente, no necesitaba al hombre, por eso después de hacerse con toda su fortuna lo dejó sin nada.

Así era ella.

Decía que se merecía todo eso y más porque de pequeña nunca tuvo nada gracias a los Park.

Mientras Jimin tuvo todo desde que nació, ella sólo obtenía migajas y desprecios de su padre. Así que por eso se había obsesionado con Jimin, quería todo lo que Jimin tenía a toda costa y eso incluía también a Yoongi por supuesto.  Su esposo.

Al llegar a su Mansión entró en la habitación especial que había enviado a equipar directo a ver a su reciente invitado.

En una cama de hospital dentro de esa habitación con monitores y máquinas que lo mantenían estable yacía el cuerpo de aquel hombre que había despertado todas sus fantasías.

Min Yoongi.

El joven policía que tenía como esposo a un bello doncél mafioso y ahora un hijito recién nacido.  Sólo que él jamás lo iba a saber.

Da-son se acercó y acarició el cabello del pálido hombre que mantenía sus ojos cerrados. Observó como los golpes provocados por la explosión comenzaban a sanar satisfactoriamente.

Un hombre de bata blanca movía los monitores y tomaba notas bajo la atenta mirada de Da-son.

     —¿Todo bien doctor? ¿Cree que despertará pronto?

El hombre observó el cuerpo del herido y asintió acomodando sus anteojos.

     —El golpe recibido en su cabeza fue muy fuerte pero ya nos hemos cerciorarado de que no tocó partes importantes en su cerebro, sólo las adecuadas.

Elevó la vista hacia la mujer y ella asintió satisfecha.

Al principio creyó que el plan era  muy arriesgado pero pensándolo bien, si sabían donde golpear con fuerza sin causar tanto daño en el cerebro podrían acceder al espacio que ella necesitaba para llevar a cabo su plan.

     —Oh mi amado estoy ansiosa por que despiertes ya  cariño. Debes recibir la noticia de que  seremos padres amor. —Susurró acariciando el rostro del hombre dormido frente a ella.

Después de depositar un beso sobre sus fríos labios se levantó.

     —¡Choi!

El hombre que conducía el auto de hace un momento llegó hasta ella lo más rápido que pudo.