Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, pero morir en lugar de alguien a quien amo era una buena forma de hacerlo.
Así que no me arrepiento por la decisión de dejar mi hogar extrañaría Phoenix, extrañaría el calor, extrañaría a mi caprichosa y atolondrada madre y a su nuevo esposo....quieren salir de viaje así que pasare un tiempo con mi papa.
Acompañada por mi madre, nos dirigimos al aeropuerto con las ventanillas del coche abiertas. En Phoenix, disfrutamos de un clima cálido, con una temperatura de veinticuatro grados y un cielo despejado de un azul perfecto. Para despedirme, llevaba puesta mi blusa favorita sin mangas, adornada con cierres a presión blancos. Como equipaje de mano, llevaba un anorak.
-Jennie -me dijo mamá por una vez más antes de abordar el avión-, no tienes que hacerlo.
Mi madre y yo nos parecemos mucho, excepto por el cabello corto y las líneas de felicidad en su rostro. Me sentí aterrorizada al ver sus ojos amplios e inocentes.
-Es que quiero ir -le mentí. Siempre se me ha dado muy mal eso de mentir, pero había dicho esa falsedad con tanta frecuencia en los últimos meses que ahora casi sonaba creíble.
-Saluda a sheun de mi parte-dijo con resignación.
-Sí, lo haré.
-Nos vemos pronto -insistió-. Puedes regresar a casa cuando quieras.
Volveré tan pronto como me necesites.
Pero en sus ojos vi el esfuerzo que le suponía esa promesa.
-No te preocupes por mí -le pedí-. Todo irá genial. Te quiero, mamá.
Me abrazó con fuerza durante un minuto; luego, subí al avión y ella se marchó
Al noroeste del Estado de Washington, se encuentra un pequeño pueblo llamado Forks cuyo cielo casi siempre está nublado. En esta insignificante localidad llueve más que en cualquier otro lugar de los Estados Unidos.
No me desagrada volar, pero me preocupaba un poco pasar una hora en el coche con mi padre.
Lo cierto es que sheun había manejado muy bien toda esa situación Se mostraba realmente contento de que por primera vez fuera a vivir con él de manera más o menos constante. Ya me había inscrito en el colegio y me iba a ayudar a adquirir un coche.
Mi papa es sheun el jefe de la policía. Sheun me abrazó torpemente con un solo brazo mientras descendía torpemente la escalera del avión.
-Me alegra verte, jennie -dijo con una sonrisa mientras me sostenía firmemente-. Apenas has cambiado. ¿Cómo está Elsa?
-Mamá está bien. También me alegra verte, papá -no podía llamarlo sheun en su presencia.
Intercambiamos unos pocos comentarios más sobre el tiempo, que era húmedo, y básicamente ésa fue toda la conversación. Miramos a través de las ventanillas en silencio. El paisaje era hermoso, por supuesto, no podía negarlo. Todo era de color verde: los árboles, los troncos cubiertos de musgo, el dosel de ramas que colgaba de los mismos, el suelo cubierto de helechos. Incluso el aire que se filtraba entre las hojas tenía un matiz de verdor.
Finalmente llegamos al hogar de Charlie. Vivía en una casa pequeña de dos dormitorios que compró con mi madre durante los primeros días de su matrimonio.
Subir todas mis pertenencias hasta el primer piso requirió un solo viaje por las escaleras. Tenía la habitación de la cara oeste, que daba al patio delantero. Conocía bien la habitación; había sido la mía desde que nací. El suelo de madera, las paredes pintadas de azul claro, el techo inclinado, las cortinas de encaje ya envejecidas flanqueando las ventanas... Todo eso formaba parte de mi niñez. Los únicos cambios que sheun hizo fueron reemplazar la cuna por una cama y agregar un escritorio a medida que crecía. Encima del escritorio ahora había una computadora usada con el cable del módem asegurado al suelo hasta el enchufe telefónico más cercano. Unas de las cosas buenas de sheun es que me da mi espacio.
Escuché que alguien había llegado y me asomé por la ventana, viendo a dos personas hablando con papá, así que decidí bajar para ver quiénes eran.
-. Jennie, ¿Te acuerdas de Billy Black, el que vivía en La Push? -. La Push es una pequeña reserva india situada en la costa .Miré a Billy y me costó un poco recordarlo, pero asentí con una sonrisa.
-. Sí, luces bien -. respondí mientras extendía mi mano para saludarlo.
-sigo bailando- Billy bromeó -Me alegra que finalmente estés aquí, Sheun no ha cerrado la boca desde que supo que vendrías.
Volteé a ver a mi papá y vi que se avergonzó un poco antes de responder
-. Gumhh... sigue exagerando y te meto en el lodo-. Empezaron a molestarse mutuamente.
Hasta que se me acerco el chico que venía con Billy
-. hola, soy tae -. era un chico alto y musculoso, con el cabello negro y los ojos oscuros ,con una sonrisa radiante-
- hola- le dije con una sonrisa tambien
- antes hacíamos pasteles de lodo de niños
- si me acuerdo - sonreímos al recordar el momento
-y que te parece -anuncio mi padre tocando el coche que estaba a mi lado
-que-pregunte sin saber lo que me quería decir
-tu regalo de bienvenida-dijo una vez más tocando el coche.
-esto-.pregunte e un poco emocionada
-se la acabo de comprar a Billy -.respondio mirando a Billy con una sonrisa
El vehículo era de un rojo descolorido, con guardabarros grandes y redondos y una cabina de aspecto abultado. Para mi gran sorpresa, me encantó instantáneamente. Aunque no estaba segura de si funcionaba, podía imaginar conduciéndolo. Además, era uno de esos modelos de hierro sólido quenunca sufren daños, el tipo de coche que se ve en accidentes con la pintura impecable y rodeado de los restos del otro coche destrozado.
-¡caramba, papá! ¡Me encanta! ¡Gracias!- Ahora, el día de mañana parecía bastante menos terrorífico. No me vería en la tesitura de elegir entre andar tres kilómetros bajo la lluvia hasta el instituto.
-Me alegra que te guste -dijo sheun con voz áspera, nuevamente avergonzado.
Me subí a mi nuevo coche con tae en el asiento del acompañante.
-ok,mmm,tienes que pisar el pedal dos veces para la velocidad, fuera de eso todo funciona -dijo tae dándome explicaciones de mi nuevo coche.
-.de acuerdo-.le resondi sonriente-quieres que te lleve a la escuela o al...
-.Voy a la escuela en la reservación-. dijo rápidamente interrumpiendo, asentí por lo que dijo
-.haha,claro lastima me hubiera gustado tener un amigo.
