capitulo 43

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Me desperté confusa. Mis pensamientos eran inconexos y se perdían en sueños y pesadillas. Me llevó más tiempo de lo habitual darme cuenta de dónde me hallaba recordé el viaje en automóvil lleno de emociones intensas y recuerdos vívidos. Durante el viaje, experimente una gama de sentimientos, desde la velocidad y la sensación de desorientación hasta la cercanía con otra persona, jisoo, anoche antes de irnos hizo el cambio con suga. Los recuerdos de este viaje me estaban atormentando, sintiéndome abrumada y sin alivio a pesar del paisaje que se despliega ante mis ojos. La sensación de desolación y la falta de bienvenida se hacen presentes en su percepción del entorno, lo que contribuye mi estado emocional.

— ¿Cuál es el camino al aeropuerto, Jennie? —preguntó Jimin y me sobresaltó, aunque su voz era bastante suave y tranquilizadora. Fue el primer sonido, aparte del ronroneo del coche, que rompió el largo silencio de la noche.

—No te salgas de la I-10 —contesté automáticamente—. Pasaremos justo al lado.

El no haber podido dormir me nublaba la mente y me costaba pensar.

— ¿Vamos a volar a algún sitio? —le pregunté a Jisoo.

—No, pero es mejor estar cerca, sólo por si acaso.

Después vino a mi memoria el comienzo de la curva alrededor del Sky Harbor International..., pero en mi recuerdo no llegué a terminarla. Supongo que debió de ser entonces cuando me dormí.

Aunque ahora que recuperaba los recuerdos tenía la vaga impresión de haber salido del coche cuando el sol acababa de ocultarse en el horizonte, con un brazo sobre los hombros de Alice y el suyo firme alrededor de mi cintura, sujetándome mientras yo tropezaba en mi caminar bajo las sombras cálidas y secas. No recordaba esta habitación. Al mirar el reloj, me di cuenta de que son las tres. Al observar por la ventana el entorno es una zona despejada de la autovía y el estacionamiento prolongado del aeropuerto. Al descubrir mi equipaje en el armario, me sentí más segura y cómoda. Sin embargo, mi tranquilidad se ve interrumpida por un ligero golpecito en la puerta, lo que agrega intriga a la situación.

— ¿Puedo entrar? —preguntó Jisoo. Respiré hondo.

—Sí, claro.

Entró y me miró con cautela.

—Tienes aspecto de necesitar dormir un poco más.

Me limité a negar con la cabeza. En silencio, se acercó despacio a las cortinas y las cerró con firmeza antes de volverse hacia mí.

—Debemos quedarnos dentro —me dijo.

—De acuerdo —mi voz sonaba ronca y se me quebró.

— ¿Tienes sed?

—Me encuentro bien —me encogí de hombros—. ¿Y tú qué tal?

—Nada que no pueda sobrellevarse —sonrió—. Te he pedido algo de comida, la tienes en el saloncito. Lisa me recordó que comes con más frecuencia que nosotros.

Presté más atención en el acto.

— ¿Ha llamado?

—No —contestó, y vio cómo aparecía la desilusión en mi rostro—. Fue antes de que saliéramos.

Me tomó de la mano con delicadeza y me llevó al saloncito de la suite. Se oía un zumbido bajo de voces procedente de la televisión. Jimin sentado inmóvil en la mesa que había en una esquina, con los ojos puestos en las noticias. Me senté en el suelo al lado de la mesita de café donde me esperaba una bandeja de comida y empecé a picotear sin darme cuenta de lo que ingería. Alice se sentó en el brazo del sofá y miró a la televisión con gesto ausente, igual que Jimin. Comí lentamente, observándola, mirando también de hito en hito a Jimin. Me percaté de que estaban demasiado quietos. No apartaban la vista de la pantalla, aunque acababan de aparecer los anuncios. Empujé la bandeja a un lado, con el estómago repentinamente revuelto. Jisoo me miró.

crepúsculo (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora