capitulo 23

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Cuando llegamos al laboratorio, todos me miraron cuando camine junto a lisa hacia su mesa. Me di cuenta de que ya no se alejaba tanto de mí al sentarse, y nuestros brazos casi se tocaban. Durante la clase de película, en la oscuridad, sentí una intensa electricidad entre nosotras y estuve a punto de perder el control. Ella tenía los puños cerrados debajo de los brazos. Me sentí aturdida pero considere ridículo reaccionar así.

La película me hizo eterna y no pude concentrarte. La corriente eléctrica entre yo y lisa no cesaba, y a pesar de mi intento por relajarme, el deseo de tocarla persistía. Apreté mis dedos contra las costillas para contener ese impulso. Exhalé un suspiro de alivio cuando el señor Banner encendió las luces al final de la clase y estiré los brazos, flexionando los dedos agarrotados. A mi lado, lisa se rió entre dientes.

—Vaya, ha sido interesante —murmuró. Su voz tenía un toque siniestro y en sus ojos brillaba la cautela.

—Humm —fue todo lo que fui capaz de responder.

— ¿Nos vamos? —preguntó mientras se levantaba ágilmente.

Casi gemí. Llegaba la hora de Educación física. Me alcé con cuidado, me sentí preocupada por la intensidad entre yo y lisa, pero me sorprendió cuando, al despedirse, ella acarició rápidamente mi mejilla con los dedos fríos pero ardientes. Entre al gimnasio mareada y confundida, apenas consciente de lo que sucedía a mí alrededor. El entrenador Clapp ordenó que jugaran en parejas. Gracias a Dios, aún quedaban algunos rescoldos de caballerosidad en kai, que acudió a mi lado.

— ¿Quieres formar pareja conmigo?

—Gracias, kai... —hice un gesto de disculpa—. No tienes por qué hacerlo, ya lo sabes.

—No te preocupes, me mantendré lejos de tu camino —dijo con una amplia sonrisa. Algunas veces, era muy fácil que Mike me gustara.

La clase no transcurrió sin incidentes. Pase el resto de la hora en el rincón de la pista, sosteniendo la raqueta detrás de mí. A pesar de eso, kai fue muy bueno y ganó tres de los cuatro partidos. Gracias a él, obtuve un resultado favorable al finalizar la clase.

—Así... —dijo cuando nos alejábamos de la pista. —Así... ¿qué?

—Tú y Cullen, ¿eh? —preguntó con tono de rebeldía. Mi anterior sentimiento de afecto se disipó.

—No es de tu incumbencia, kai —le avisé mientras en mi fuero interno maldecía a krystal, enviándola al infierno.

—No me gusta —musitó en cualquier caso.

—No tiene por qué —le repliqué bruscamente.

—Te mira como si... —me ignoró y prosiguió—: Te mira como si fueras algo comestible. — Contuve la histeria que amenazaba con estallar, pero a pesar de mis esfuerzos se me escapó una risita tonta. Me despedí con la mano y huí al vestuario.

Me vestí rápidamente y sentí un fuerte revoloteo en el estómago mientras me preguntabas si lisa me estaría esperando y si su familia estaría presente. Salí del gimnasio y, para mi alivio, lisa me esperaba apoyada con indolencia contra la pared. Camine a su lado sintiendo un peculiar sentido de alivio.

—Hola —musité mientras esbozaba una gran sonrisa.

—Hola —me correspondió con otra deslumbrante—. ¿Cómo te ha ido en gimnasia? — Mi rostro se enfrió un poco.

—Bien —mentí.

— ¿De verdad? —No estaba muy convencida. Desvió levemente la vista y miró por encima del hombro. Entrecerró los ojos. Miré hacia atrás para ver la espalda de kai al alejarse.

crepúsculo (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora