capitulo 42

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Irrumpimos en la gran habitación blanca del primer piso, con lisa y jisoo flanqueándonos a ambos lados. Todos se hallaban allí y se levantaron al oírnos llegar; xiumin estaba en el centro. Escuché los gruñidos sordos retumbar en lo profundo de la garganta de suga cuando me soltó al lado de lisa.

—Nos está rastreando —anunció lisa, mirando ceñuda a xiumin. El rostro de éste no parecía satisfecho.

—Me temo que sí.

Suga se deslizó junto a jimin y le susurró al oído; los labios le temblaron levemente por la velocidad de su silencioso monólogo. Subieron juntos las escaleras. Rose los observó y se acercó rápidamente al lado de jisoo. Sus bellos ojos brillaban con intensidad, pero se llenaron de furia cuando, sin querer, recorrieron mi rostro.

— ¿Qué crees que va a hacer? —le preguntó Jin a xiumin en un tono escalofriante.

—Lo siento —contestó—. Ya me temí, cuando su chica la defendió, que se desencadenaría esta situación.

— ¿Puedes detenerle?

Xiumin sacudió la cabeza.

—Una vez que ha comenzado, nada puede detener a Irene.

—Nosotros lo haremos —prometió Jisoo, y no cabía duda de a qué se refería.

—No podrán con ella. No he visto nada semejante en los últimos trescientos años. Es absolutamente letal, por eso me uní a su aquelarre.

Su aquelarre, pensé; entonces, estaba claro. La exhibición de liderazgo en el prado había sido solamente una pantomima. Xiumin seguía sacudiendo la cabeza. Me miró, perplejo, y luego nuevamente a Jin.

— ¿Estás convencido de que merece la pena?

El rugido airado de lisa llenó la habitación y xiumin se encogió. Jin miró a xiumin con gesto grave.

—Me temo que tendrás que escoger.

Xiumin lo entendió y meditó durante unos instantes. Sus ojos se detuvieron en cada rostro y finalmente recorrieron la rutilante habitación.

—Me intriga la forma de vida que han construido, pero no quiero quedarme atrapado aquí dentro. No siento enemistad hacia ninguno de ustedes, pero no actuaré contra Irene. Creo que me marcharé al norte—dudó un momento—. No subestimen a Irene. Tiene una mente brillante y unos sentidos inigualables. Se siente tan cómodo como ustedes en el mundo de los hombres y no los atacará de frente... Lamento lo que se ha desencadenado aquí. Lo siento de veras — inclinó la cabeza, pero me lanzó otra mirada incrédula.

—Ve en paz —fue la respuesta formal de Jin. Xiumin echó otra larga mirada alrededor y entonces se apresuró hacia la puerta. El silencio duró menos de un minuto.

— ¿A qué distancia se encuentra? —Jin miró a lisa. Cheng ya estaba en movimiento, tocó con la mano un control invisible que había en la pared y con un chirrido, unos grandes postigos metálicos comenzaron a sellar la pared de cristal. Me quedé boquiabierta.

—Está a unos cinco kilómetros pasando el río, dando vueltas por los alrededores para reunirse con la mujer.

— ¿Cuál es el plan?

—La alejaremos de aquí para que jimin y suga se la puedan llevar al sur.

— ¿Y luego?

El tono de lisa era mortífero.

—Le daremos caza en cuanto Jennie esté fuera de aquí.

—Supongo que no hay otra opción —admitió Jin con el rostro sombrío. Lisa se volvió hacia Rose.

crepúsculo (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora