╚ Porque ya tienes a alguien que en casa te espera
Ella sí tiene todo lo que yo quisiera
A mí no me importaba que todos supieran
Solo me importó que tú no me entendieras ╗
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• Contiene escenas +18
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Habían estado arreglando el jardín, porque desde que se había mudado no había ni plantado una plantita y eso a Gala no le parecía. Quería con todos sus ánimos que empiece a parecer un hogar y no solo una casa.
Todavía no habían llegado a hablar de la situación cuando el bebe nazca ni tampoco sus arreglos hogareños de ahora en más, pero Gala no tenía apuro.
Entre risas y música se pusieron a plantar, Lionel queriendo evitar que Gala haga gran esfuerzo era el encargado de hacer los pozos y levantar las cosas que no podía mover. La menor se encargaba de plantar y de indicarle donde poner las cosas pesadas.
Aunque un poco le molestaba que el entrenador no la dejara hacer ningún tipo de esfuerzo, rápido se le iba ese pensamiento porque sabía que solo se preocupaba por ella.
Cuando llegó el momento de regar, claramente Lionel terminó empapado gracias a que Gala se encargo que sea así, no odiando la vista que tenía frente a ella cuando Lionel decidió sacarse la remera.
Sus manos no pudieron quedarse quietas y se dirigieron a su abdomen para poder después darle un beso, momento que él aprovechó para mojarla completamente y ahora era ella la que tenía que sacarse la remera por estar toda empapada.
Por suerte había previsto que podía terminar empapada, sucia o con mucho calor, por lo que tenía la malla puesta. Era ahora Lionel a quien se le iban los ojos de verla, su pequeña panza ya un poco más grande ahora.
La odisea terminó con ambos yendose a dar una ducha para sacar la tierra de sus cuerpos y también... otras cosas.
Esta vez fue Gala la que decidió cocinar. Desde que volvieron de Pujato con la noticia de que iban a ser papás, no se separaron un segundo, a veces en el departamento de Gala o generalmente en la casa de Lionel, pero nunca separados. Esto implicaba que el entrenador era el que tomaba la iniciativa de hacer de comer.
Preparó un pollo con ensaladas y terminaron pidiendo helado de postre, porque si había algo que había sentido mucho estos últimos dos meses, habían sido los antojos.
Su panza notoria estaba descubierta mientras que la acariciaba, Lionel se encontraba en la cocina lavando lo que había quedado del almuerzo.
¡Dejá, voy yo!- le grita desde la cocina para evitar que se levante, yendo a buscar plata rápidamente para pagarle al delivery.
Gala siempre que pedían delivery iba detras de Lionel porque le encantaba la reacción de las personas cuando era Lionel quien los recibía, no pudiendo creer la suerte que tenían de haber sido el delivery del entrenador campeón del mundo.
Estoy embarazada, no inválida.- le responde entre risas atinando a levantarse, para solo recibir una mirada del entrenador que le dejó bastante claro que debía quedarse en el sillón donde se encontraba.
Lionel, quien iba riendose del comentario de Gala, rápidamente cambió su expresión cuando vió quien se encontraba detrás de la puerta.
¿Que hacés acá?- pregunta en bajo tono, queriendo evitar que Gala se entere.
¿Que? ¿Ya no soy bienvenida en la casa de mi ex marido? Por favor, haceme reir.- dice empujandolo queriendo entrar a la casa.
No se que te pensas que hacés acá pero no tenés ningún derecho para pasar a mi casa.- se pone firme.
Por dios, ¿Tanto querés esconder a la trolita? ¿Te pensas que no sé que está ahí?- dice amenazante.- ¿Y que está embarazada? ¿Te pensas que no sé?
No tengo ni idea quien te conto, pero tampoco tengo ganas de que vengas a armar quilombo. Nosotros terminamos y rehice mi vida.- rogaba que Gala siga concentrada en la serie para que no se entere de nada.
No no, ahí te estas equivocando.- la risa era la mas diabolica que podría haber escuchado.- Vos te divorciarte de mi para poder rehacer tu vida con ella, no te equivoques, la vida ya la estabas rehaciendo mucho antes. Acá el único hijo de puta sos vos y la trola con la que me hiciste cornuda todo ese tiempo.
Ya los gritos de Elisa eran incontrolables como para que Gala no se diera cuenta. Extrañada se acercó a la puerta, donde encontró a la ex pareja teniendo una conversación agitada.
Ah bueno, ¿mira quién vino?- dice esquivando la mirada de Lionel para centrarla en Gala.- Te salió bien la jodita al final. Calentaste al viejo, hiciste que se separe de su mujer y ahora le encajaste un pibe. Tenes la vida arreglada ahora, te felicito.
Estaba muda, sin saber que responderle. Tenía muchas cosas para decirle, pero sabía que por lo menos una de esas cosas era cierta. Al fin y al cabo, ella había sido motivo suficiente para que Lionel se separe. Tal vez si ella nunca hubiera aparecido en la vida del entrenador, él seguiría casado y viviendo una vida feliz con Elisa.
Elisa, cortala.- le dice Lionel poniendose directamente enfrente de ella, para evitar que siga tirando comentarios a Gala.
Dejame decirte una cosita querida.- los intentos de pararla no le estaban funcionando.- Yo estuve en tu lugar, y vino una trola más entretenida que yo y me sacó el lugar. Te va a pasar lo mismo a vos, con la diferencia que te vas a tener que hacer cargo del pibe que tuviste con el tipo que te va a descartar como un pañuelo.
Basta, ya está. - empujandola totalmente afuera de su casa, cierra la puerta dejando a Gala del otro lado.- Andate antes de que llame a la policía. Y no se te ocurra volver más por acá.
Quedate tranquilo, no tengo intenciones de volver.- le responde.- Vos solito te vas a dar cuenta que todo fue un error y que todo hubiese sido mejor si no me hubieras cagado. Y cuando te des cuenta, sabes donde encontrarme.
De esa manera fue como la vió yendose de su casa. Por unos momentos se quedo mirándola como se iba, sin saber si era porque intentaba asimilar todo lo que había pasado o para asegurarse que realmente se estaba yendo.
En cuanto recordó que dejó a Gala sola en la casa después de todo eso, salió corriendo en su búsqueda.
No tuvo que buscar mucho, ella seguía parada en el mismo lugar donde se encontraba antes, mirando un punto fijo en el piso y acariciandose la panza.
No sabía que hacer más que abrazarla y pedirle perdón repetidas veces. Ella lo abrazaba y lo tranquilizaba, haciendole entender que el no tenía la culpa y que no se preocupe.
Pero de todas maneras, algunas de las cosas que le dijo Elisa le quedaron dando vueltas en la cabeza. Y aunque quisiera, no se lo iba a demostrar a Lionel, por no preocuparlo más.
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Feliz año nuevooo
Que bella manera de empezar el año que les traigo jajajaja
