╚ Porque ya tienes a alguien que en casa te espera
Ella sí tiene todo lo que yo quisiera
A mí no me importaba que todos supieran
Solo me importó que tú no me entendieras ╗
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El Chiqui formó parte de su vida desde el momento en que nació, por lo que era bastante conciente de que siempre fue muy extravagante en cuanto a su cumpleaños. No siempre fue un tipo con plata, pero a medida de que fue generando, los festejos se iban volviendo más grandes.
Se lo había encontrado el mismo día de su cumpleaños en el predio y le había contado lo que había estado planeando con su mujer.
El pretexto de esta vez: 55 años no se cumplen todos los días.
Gala se ofrecio a ayudar en lo que necesite, pero le aseguró que todo ya estaba listo, que ella solo tenía que ir y disfrutar.
Quiso aprovechar que los jugadores seguian en Argentina luego de los partidos de las eliminatorias, los cuales arrazaron. Y aunque algunos tuvieron que volver rápido a sus clubes, la mayoría atrasaron su vuelo un dia para celebrar.
Lionel no era un tipo de salir mucho, pero últimamente al encontrarse solo la mayor parte del tiempo, necesitaba con urgencia salir de su casa. A veces pensaba que luego de pasar tanto tiempo con sus jugadores estaría cansado, pero internamente lo disfrutaba.
Los festejos ya estaban en marcha, cuando había llegado buscó por todos lados a Gala, pero todavía no estaba. Cuando la vió entrar con ese vestido blanco hermoso, quedo con la boca abierta.
Jamás la había visto así, ahora estaba rozando el limite de su paciencia. Era toda una princesa vestida de blanco, hasta creería que es una santa si no hubiera participado de todas esas noches en las que la tenía estremeciendose debajo de él.
Cerrá la boca que te van a entrar moscas.- le susurra Walter.
Durante toda la velada, se la pasó buscandola, viendo como se divertía con los demás, no pudiendo acercarse a ella para intentar disimular un poco. Para los ojos de la mayoría, eran solo amigos, para otros ni eso.
Laura era uno de los que estaban atentos a sus movimientos, despues de lo que había pasado hace un par de dias, se la tenía jurada. Por suerte para ellos, con un par de copas encima, su concentracion fue a parar a otro lado.
Siendo sinceros, ni ellos sabían donde se encontraban parados en ese momento, pero Lionel estaba determinado en averiguarlo. La paciencia no era su fuerte, lo había demostrado varias veces dentro y fuera de la cancha.
Los hijos del Chiqui, empresarios y jugadores, todos eran un peligro al asecho de lo que él estaba convencido que le pertenecía. Esa mujer que bailaba tan despreocupada en el centro, aceptando bailes de quién se lo propusiera y riéndose como si nada le importará en el mundo.
Sería algo hermoso para él si no fuera un infeliz en ese momento. Todo lo tuvo en la palma de la mano y por creerse que la tenía asegurada, la perdió.
