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Ericka.

Días después tal como dijo Alexei en la casa se presentaron varias personas, algunos decían ser abogados, otros profesores y otros policías, el mismo día que se anunció la presencia de todos ellos Alexei informó que es abogado. No tengo idea de que sea eso pero se escucha muy serio. Habían ambientado una habitación para mí la cual estaba a unos pocos metros de la de ellos, no la había notado el primer día lo atribuí al hambre que ese día tenía y a la curiosidad que sentía por Nadia.

Ese día nuevamente me encontraba sola con Nadia, estaba enseñándome a leer y escribir correctamente.

_ Cariño, ¿Puedo hacerte una pregunta?- Nadia habló deteniendo la clase de lectura y yo le di toda mi atención- ¿Cómo es que sabes hablar?- se notaba mi dificultad para unir las palabras o sílabas, luego de unos segundos y de pronunciarlas moviendo mis labios sin dejar salir un sonido era capaz de expresarlos. Yo también pensé eso, no sé cómo es que puedo ser capaz de pronunciar unas pocas palabras si no recordaba haber aprendido el como unir una letra con otra para lograr hablar, algunas veces me dificultaba un poco pronunciar varias palabras, por eso mis conversaciones con Nadia o Alexei solo pronunciaba unas pocas palabras, lo pensé un poco más buscando en mis recuerdos algo que me dijera como es que habia aprendido a hablar sin la enseñanza previa, obteniendo lo mismo, solo esos días en los que estuve en las calle y ahora el recuerdo de ese sueño que no sabía lo que significaba. La miré y negué con la cabeza, Nadia me miró con preocupación y luego suspiró- está bien cielo.

Retomaron la clase de lectura y escritura, los señores policías me habían preguntado por mis padres, tíos, abuelos, algún familiar pero siempre negué la existencia de alguien. Escuché algo de que hasta los momentos no habían presentado casos de personas desaparecidas y sin mí verdadero nombre no podrían encontrar nada, los abogados compañeros de Alexei le informaron lo complicado del asunto pero también le hicieron ver qué sí podría formar parte de su familia y ser su hija adoptiva, los profesores eran pocos pero informaron que primero tendría que practicar un poco con Nadia, el último que se presentó era un psicólogo con el cual había hablado un poco en presencia de Nadia en casa, estábamos sentados en la sala, el doctor le pidió salir pero no quería quedarme sola con él así que le pedí que se quedara a lo que el señor psicólogo estuvo de acuerdo, hablamos de cosas fáciles, preguntó como era mi día, como me sentía con Alexei y Nadia, si la comida me gustaba mucho momento de preguntar mi edad levanté mi mano con cuatro dedos alzados, fue un acto de reflejo pero algo en mí no tenía dudas de que tenía 4 años. Ambos mayores se miraron, lo noté había un sentimiento en sus miradas.

_ Señorita Ericka- el llamado del psicólogo me hizo posar toda mi atención en él- ¿cómo sabe que tiene 4 años?- cuestionó con suavidad, pude notar un tono de desconfianza en su voz, pero aún seguía siendo cauteloso.

Nisiquiera hice el intento de tratar de recordar, sabía que no obtendría nada.

_ No lo sé- susurré, sabía que para ellos iba a resultar extraño, lo era para mí, quise llorar. Nadia quizás pensaría que quería usarlos para conseguir comida y un hogar, es solo que no sabía cómo explicarles que no recordaba cómo aprendí a hablar, cómo aprendí a caminar, de dónde vine o cuál era mi nombre, no lo recordaba, Nadia me devolvió la mirada y no ví lástima en sus ojos, ví comprensión y aceptación.

_ Ericka, cariño no llores, está bien si no lo recuerdas- musitó con ese tono que para mí era una luz cálida en mi túnel frío y oscuro, ví como extendió su mano para acariciar mi mejilla, era un gesto que ocasionó que mi parte vulnerable se dejara ver, incliné mi rostro hacia su mano aceptando su gesto cariñoso.

_ Me alegra ver qué puedes ser capaz de abrirte a Nadia y Alexei señorita Ericka- se escuchó la voz del doctor nuevamente, me alejé de la mano de Nadia pero me acerqué a ella en el sofá en el que estábamos sentadas y me apegué a su cuerpo para enfocar al doctor sentado frente a nosotras, era un señor mayor con el cabello blanco pero expresión amable- Nadia, ¿puede acompañarme por favor?.

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora