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Ericka.

Respiré hondo por quinta vez mientras estaba acostada en la cama mirando el techo.

_Estoy sola con ella- solté al aire en un susurro, sé que Gia no sobrepasará mis límites pero aún así existe cierto grado de expectativas de mi parte.

Sé que actualmente las relaciones se desarrollan demasiado muy rápido para mí gusto.

Soy más de disfrutar lentamente de las cosas.

Hace unos pocos minutos me trajo para enseñarme la habitación que usaré pero no la he escuchado en al menos unos 5 minutos.

Salí de la habitación y la busque por la casa hasta verla en la parte trasera de esta de espaldas.

Estaba cruzada de brazos por lo que me acerqué lentamente evitando en la medida de lo posible pisar ramas o cosas que pudieran revelar mi presencia, fallando enormemente en el proceso.

_¿Planeas asustarme?- habló aún de espaldas tomándome por sorpresa.

_No, solo quería ver qué haces- informé al llegar a su lado y ver sus mejillas furiosamente rojas- ¿Que te sucedió?- pregunté alarmada tomando su rostro entre mis manos y creo que la sorprendí ante mi acción pues abrió sus ojos un poco más de lo normal y por unos cuantos segundos se quedó quieta sin saber que hacer hasta que se soltó y aclaró su garganta.

_Nada importante, es solo el calor- dijo volviendo a ver al frente.

_El sol se está escondiendo y literalmente la temperatura está bajando, no hace calor, de hecho el clima es fresco.

_No lo había notado- murmuró desviando su mirada al lado contrario evitando mirarme, luego subió su vista al cielo notando que ahora el cielo se pintaba de un hermoso naranja que se notaba a través de las horas de los árboles- no podremos ver el atardecer por hoy- menciona aún con la vista en el cielo para después bajarla a mí con un brillo especial en sus ojos- tengo una sorpresa para tí.

Me sorprendió su repentino cambio de tema así como el que haya planeado esto, sabía que quizás su sorpresa sería estar un día con ella solas en este bosque y conocernos un poco más.

Parecía que no era solo eso.

_Ve a bañarte mientras preparo todo- asentí dejándole llevar el control de la situación, ambas entramos a la casa y pasamos por el pórtico que dejaba ver el exterior a través de sus ventanales que de pie me dejaban ver al exterior pero quizás sentada no podría verlo del todo atravesé la casa hasta llegar al pasillo de las habitaciones para entrar a la que ocuparía y desvestirme para ir a bañarme todo esto lo hice con total tranquilidad ya que el baño estaba dentro de la estancia, relajé mis músculos con el agua caliente y me quedé unos minutos más bajo el agua sin pensar en nada.

Al salir a la habitación coloqué mi bolso sobre la cama y lo revisé hasta el punto de sacar todo y dejarlo desordenado sobre la cama.

Ella no me dijo como debía ir vestida, no sé si es algo casual o formal.

Mientras pensaba en esto mi atención se centró en un vestido negro de tela de seda, pocas veces uso vestido porque siento que no se me ven bien.

Al final terminé usando el vestido el cuál es ceñido hasta la cintura y con mangas largas era un poco más arriba de las rodillas.

Usé poco maquillaje pues prefiero ir lo más natural posible y mi cabello lo peiné e hice una trenza dejando algunos mechones por fuera, usé un perfume nuevo que compré hace unos días el cual era un poco cítrico pero me agradaba.

Salí de la habitación y caminé por el pasillo justo cuando estaba llegando a la cocina escuché pasos apresurados venir.

_Todavía no...- Gia se tragó sus palabras al verme de arriba a abajo, sus ojos más allá de desnudarme apreciaban lo que veían- yo, eh, olvidé lo que te decía- se comenzó a reír nerviosa, su cuerpo parecía ponerse inquieto y la sonrisa no abandonaba su rostro.

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora