30.

47 5 3
                                    

Ericka.

Me desperté temprano para dejar todo como nuevo aunque en realidad no hice mucho solo tendí la cama y salí con la maleta al pasillo.

Gia aún no estaba despierta así que fuí a la cocina y preparé un café además de revisar la despensa para hacer algo de desayuno, recordé la cena de la noche anterior y calenté parte de la comida para desayunar.

Escuché una puerta cerrarse y segundos después Gia apareció en mi campo de visión.

_Buenos días- saludó justo cuando terminaba de poner la comida en la isla de la cocina- ¿Dormiste bien?- preguntó y por alguna razón sentí algo extraño en ella.

_Buenos días, dormí muy bien- le sonreí y ella hizo un intento pero al final desvió su mirada para luego suspirar- ¿Sucede algo?- dudó unos segundos antes de asentir- ¿Quieres hablarlo?.

_Desayunemos primero- pidió ella sirvió dos vasos de agua y nos sentamos a desayunar y durante ese momento ninguna habló, en realidad el silencio era algo tenso.

Comí lo más rápido que pude logrando disimular un poco y al terminar dejé el plato a un lado, ella hizo lo mismo y se levantó cogiendo mi plato para lavarlo

_Yo los lavo- dije pero ella negó siguiendo con lo que planeaba hacer, y no pude decir nada en contra pues siento que ella en este momento está evitando hablar de lo que sea que tiene que hablar.

¿Está asustada?.

_Quiero que sepas que no tienes ninguna obligación de quedarte, si bien es cierto que me gustas- comenzó mientras terminaba de lavar el último plato y secandolo para ponerlo en su lugar- tienes todo el derecho de irte si algo de mí no te gusta.

_¿Que sucede?- pregunté viendo como seca el segundo plato, no puede quedarse quieta, está nerviosa- ¿Por qué dices eso?- ella colocó el objeto en su lugar y se acercó mirando a un lado- habla conmigo, aunque no tengo idea de que está pasando sé que hay una manera de solucionarlo.

La ví negar.

_No es tan sencillo- susurró mirándome por fin, en sus ojos se ve arrepentimiento- no sé cómo explicarlo, nisiquiera sé cómo comenzar- sus palabras se volvieron más rápidas y sus manos comenzaron a temblar- no soy quien crees que soy.

Sus palabras me desconcertaron totalmente.

_No estoy entendiendo, Gia por favor ¿Podrías explicarme?- se removió en su lugar, no está para nada tranquila y bajó la mirada al suelo.

_Ese no es mi nombre- la escuché susurrar.

Todo se detuvo, no entiendo nada, sé que ella es una chica algo rara que llamó a un call center para pedir indicaciones para preparar una sopa, sé que es la misma que conocí en la universidad, es la misma chica de cabello negro azulado, la chica de ojos grises que desde hace unos días está usando lentes de contacto que cambia el color de sus ojos a uno marrón sin razón alguna.

La misma que se la pasa con chaquetas con la capucha arriba.

La misma chica que parece tener una fortuna a su espalda.

Ella, ayer por la mañana tuvo que hacer una llamada justo cuando los oficiales fueron al departamento para hacer la correspondiente investigación.

Ella...

_¿Quién eres?- pregunté bajando del banco en el que estaba sentada, ella está al otro lado de la isla.

_Antes de saberlo, ten en cuenta que obviamente no tuve alternativas.

_Dime de una vez quien eres.

_Mi verdadero nombre es Claudia...- intentó seguir pero al parecer se le hace difícil.

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora