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Claudia.

_Tendrás que usarlos- dice papá esa mañana tendiendome una cajita de color negro y al abrirla me encuentro con dos pares de lentes de contacto cada uno en un compartimiento además también me dió algunas gotas- esto es por si causa irritación.

_¿Hay alguna razón para esta acción tan repentina?- pregunto cerrando la pequeña cajita y dejándola a un lado en la mesa del comedor donde estamos desayunando.

_Aparentemente filtraron una imagen de alguien de nuestro personal, nuestro equipo se está encargando del problema pero al menos por unos días deberías usarlo.

_¿No hay otra opción?, es mi primera vez usando esto ni siquiera pedimos instrucciones de un oftalmólogo, no sé si pueda dañar mi visión- suelto toda mi preocupación en ese momento a lo que papá levanta una bolsa que tenía en el suelo cerca de él y la puso en la mesa. Sin abrirla ya sé lo que hay adentro pues puedo distinguir los mechones rubios cenizos de una peluca- pediré instrucciones de esto y buscaré si puede hacerme daño, eso está demás.

_Eso pensé- suelta mi madre picando un poco de la tortilla de patatas para llevarla a su boca probando el primer bocado del desayuno.

_Aun así esto no me ocultará de nada, podrán reconocer mi rostro en cualquier parte, sé que las placas del auto se cambian a diario para no ser reconocido, pero esto no engaña a nadie- expliqué haciéndoles ver que en realidad su idea no es de mucha ayuda.

_Los de ciberseguridad se están encargando, esto es solo para despistar a quienes nos están buscando- explica mi madre manteniendo la calma- podemos manejar esto, solo tienes que mantenerte alejada de sitios con camaras de seguridad.

_Es decir de cualquier parte que no sea la universidad y esta casa- deduzco sin problema alguno- y sin embargo sé perfectamente que podrían encontrarme muy fácil si la policía decide revisar la institución o la base de data de cada alumno.

_Eso está cubierto, el director de la universidad está al tanto ya que es viejo amigo de tu padre, no hará nada que nos delate, todo es seguro- odié enormemente su confianza.

Pero solo bastó escribirle a Ericka para darle los buenos días y recibir su respuesta para calmarme.

Pasé por ella luego de ganarle en un juego de piedra, papel y tijera.

Y se dió cuenta de mis temblores nerviosos, no es algo normal en mi más bien quise recalcarle que ella es quien causa eso y no me quejo para nada, a mitad de la mañana, se me ocurrió una idea.

Sé que Ericka no me dejaría llevarla hoy en la noche y tampoco quería quedar como una intensa delante de ella, así que le notifiqué a Troyd que necesitaría un ramo de girasoles y tulipanes blancos a la jora de salir de la universidad.

Sé que quizás solo mando a alguien del personal que pocas veces sale de su lugar de trabajo por lo que podría pasar como una persona normal, me sentí satisfecha cuando envío una fotografía del ramo.

Logré alcanzarla a la hora de salir para llevarla a su trabajo, esta vez me senté de copiloto pues no podía esconder mi nerviosismo.

El camino fué silencioso hasta que llegamos a su trabajo, bajé para abrirle la puerta y cuando se disponía a entrar no me contuve en llamarla para entregarle el ramo de flores que le quería regalar.

Sus ojitos brillantes y su sonrojo valió toda la pena del mundo.

Luego de despedirme de ella con un beso en su mejilla casi corrí al auto donde Troyd solamente sonreía.

_No digas nada- murmuré escondiendo mi rostro entre mis manos cuando ví su intención de comentar algo con esa sonrisa burlona en sus labios.

_No iba a decir nada malo- se defiende él sin despegar sus ojos de la carretera, aún así sabía que planeaba burlarse tarde o temprano.

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora