17.

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Claudia.

Las gotas de sudor resbalaban por mi cuerpo como si me hubiesen tirado un montón de agua encima, mi respiración estaba descontrolada mientras subía y bajaba sintiendo cada músculo de mi cuerpo tensarse y temblar.

_Otra vez- la voz calmada de Troyd llegó a mis oídos a duras penas pues estaba poniendo mi alma en terminar los 100 abdominales- vamos, ha estado sin hacer nada durante tres días, aparte de los días que estuvo enferma- eso sonaba como una especie de reclamo lo que provocó que quisiera tirarle el disco que sostenía en mi pecho, el cuál me complicaba un poco el subir.

Respiré un par de veces antes de volver a subir el pecho llevando conmigo el disco, bien 98...

_97- al escuchar el número en los labios de Troyd sentí una vena brotar en mi frente a causa de ofuscarme un poco, parece un entrenador malévolo del gimnasio, bajé hasta recostar mi espalda en el suelo y respirar.

_ Según mi cuenta van 98- dije a duras penas.

_No, apenas lleva 97, y le notifico que está perdiendo el tiempo- hace tres horas terminamos con el cargamento de mercancía que habia llegado y Troyd me engañó diciendo que me enseñaría algunos movimientos de defensa, ya tenis conocimiento y practica previa mas queria seguir aprendiendo algunos más, y sin dejarme entrar a la estancia que él mismo transformó en un gimnasio por decirlo así ya que solo es un cuarto con algunos casilleros y repisas arrinconadas, dejando espacio a los discos de peso. Por lo que veo estoy casi segura de que trabajaré mayormente con el peso de mi cuerpo y otro adicional, para eso los discos.

Terminé las flexiones y sentí mi alma abandonar mi cuerpo durante 5 minutos, creo que hasta se me bajó el azúcar...

_Muy bien, ahora arriba, le mostraré esos movimientos que le mencioné- juro que quise llorar en ese preciso instante en el que choque con los ojos de mi guardaespaldas y sentí que no aceptaría ninguna queja.

Suspiré levantándome y tomando posición para comenzar el entrenamiento, creo que esto no está terminado, me refiero a la habitación, no tiene alfombra por lo que estoy segura de que si Troyd me levanta y me tira el suelo va a ser un poco difícil ponerme de pie nuevamente.

Lo básico del boxeo y algunas patadas de taekwondo que me salieron fatal fueron algunos de los que aprendí en ese momento.

Ya perdí la noción del tiempo y es como si llevara horas aquí cuando la persona mas cercana a mi hasta los momentos decidió terminar con el entrenamiento.

Después de unos minutos de descanso en los que sentí visitaba a San Pedro y tenía una sesión de terapia con él decidimos volver a la mansión, en dicho barrio donde las casas eran ostentosas, pero que al mismo tiempo era lo suficientemente tranquilo como para no percibir movimiento en ninguna de las propiedades, parecía una calle fantasma solo que los diseños minimalistas de las estructuras desviaba toda atención de lo evidente.

Los dueños de dichas propiedades no vivían ahí, dueños de empresas, corporaciones, buffet de abogados, pocos se quedaban por aquí.

Todo esto resaltaba más en mi casa, pues ya con esto era poco el movimiento que se notaba, por no decir casi nada, solo salía cuando llegaban los cargamentos de los negocios de mis padres, o cuando iba a inscribirme a la universidad, o esas escasas veces en la que salí por decisión propia a algún tipo de fiesta en la que estaba segura no me reconocerían y dónde solo necesitaba de una persona que pudiese satisfacerme. Después de conseguir lo que quería Troyd llegaba inmediatamente para recogerme y llevarme de vuelta.

No era previsto eso, más agradecía que no llegara en medio de algo.

Eso sería un horrible caso.

Pero no tanto como este, dónde veo claramente un auto normal, una camioneta Chevrolet del 2015 estacionada en el garaje dejando espacio para estacionar en auto en el que vamos.

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora