13.

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Ericka.

Después de colgar esa llamada bajé con Vanessa a mí lado, ninguna dijo nada y ella solo habló para despedirse. Me pareció extraña su actitud generalmente ella no era así pero la dejé tranquila ya que de todas formas no teníamos esa confianza aún.

Ella me lo diría cuando se sintiera en confianza.

Por mi parte camino bajo la luz de las farolas, las calles se ven relajadas.

Las personas pasan por mi lado después de un día agotador lucen un poco ajetreadas y aún así puedo deducir fácilmente que nuestro objetivo es el mismo.

Llegar a casa, bañarse, cenar y dormir.

El frío de la noche me hace temblar un poco ocasionando que apriete un poco la correa de mi bolsa.

Apresuro un poco el paso ya que poco a poco las calles comienzan a quedarse solas y en cierto momento comienzo a sentirme observada por alguien.

Muerdo el interior de mi mejilla derecha mientras mis ojos hacen un barrido de la calle frente a mi, aguanto las ganas de voltear hacia atrás pero mis sentidos se mantienen alerta ante cualquier sonido de pisadas o ruidos extraños.

No escucho nada, solo la suave brisa a mí alrededor y el motor de un coche que pasa por la calle.

Apresuro paso.

Mi respiración y mis nervios se disparan pues la sensación de sentirme observada se triplica.

Continuo caminando agarrando la correa de mi bolsa con fuerza y viendo en todas direcciones buscando aquello que me acecha más no se muestra.

Al visualizar el edificio de departamentos casi comienzo a correr en el momento que siento que esa presencia se precipita a atraparme.

Cómo si fuese su última oportunidad o el momento justo.

Mi corazón salta en mi pecho desbocado en el momento en el que yo misma agarro la puerta de cristal y la empujo para entrar a la recepción.

El portero al otro lado parece sorprendido.

_ ¿Está bien?- pregunta acercándose un poco en el momento que me doblo para poner mis manos sobre mis rodillas tratando de recuperar el aliento.

El susto provoca que mis manos comiencen a temblar al igual que mis tobillos, es extraño pues casi puedo imaginarme como esas caricaturas temblando de miedo desde la punta de los dedos hasta los pies, algo muy parecido me pasa en este momento y no es gracioso como en esas caricaturas.

_ Si, tranquilo solo me asusté un poco al ver las calles tan solas- miento pues no quiero armar un escándalo a altas horas de la noche.

_ ¿Segura?- asiento con la cabeza en el momento que me enderezo y camino al elevador.

Presiono el botón de mi piso y espero que las puertas se cierren para recostarme de la pared de la máquina al momento en el que comienza el ascenso.

Suspiro unas cuantas veces más y cuando creo estar mejor un malestar familiar me ataca.

Otra vez cierro mis ojos sosteniendo mi cabeza entre mis manos en el momento en el que siento que comienza a doler.

Palpita dolorosamente y cuando cierro mis ojos puedo distinguir nuevamente esa luz roja titilante.

Esa luz se enciende y se apaga repetidas veces de forma lenta y calmada, en cambio mi cabeza parece querer estallar.

Siento cuando el elevador se detiene y abre sus puertas como puedo salir de la máquina y camino a mi puerta.

Don't Forget MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora