Pescado Salado

8. El regalo del cieno.

**Cieno: Lodo blando que forma depósitos en ríos, y sobre todo en lagunas o en sitios bajos y húmedos.**

Si pudiera retroceder en el tiempo, a Yan Ke le gustaría volver antes de escalar la pared, para no ser tan humillante y chocar contra el árbol, y mucho menos ser arrancado del árbol por Yan Shinning y los demás.

El guardia Yan sostuvo la gran tetera en el palacio frío y miró al cielo con melancolía, queriendo morir. Pero al mirar los fragantes pasteles redondos en el plato sobre la mesa de piedra, volvió a la vida.

Los pequeños panqueques hechos con harina de arroz tienen solo la mitad del tamaño de una palma y su pequeño cuerpo exuda una fragancia increíble. Se pueden ver secciones de finas plantas verdes a ambos lados del paqueque dorado. Yan Ke cree que el aroma del pequeño parqueque redondo proviene de esta planta.

Al cortar un trozo de panqueque, el panqueque aparentemente pequeño resultó ser inesperadamente sólido. La capa exterior de la masa del panqueque se fríe y los fideos de arroz se cubren con una capa de arroz crujiente. El arroz crujiente tibio deja una capa superficial de manchas de aceite en las yemas de los dedos y el delicioso sabor está listo para salir debajo del arroz crujiente.

Cuando le das un mordisco, el exterior crujiente se abre para revelar el interior suave. El material hecho con harina de arroz es extremadamente pegajoso y, después de darle un mordisco, el interior salado y pegajoso se estira. La textura suave, tersa y sólida hace que la gente no quiera dejar de comer y solo quiera comerlo todo.

Yan Ke sabía lo que era. Eran ajos pequeños que crecían en los campos en primavera. Cada primavera, los pobres iban a cavar en grupos y los amasaban para hacer pasteles cuando regresaban. Sazonarlos con un poco de sal les daba a la gente una satisfacción infinita.

Lo que hay en la tina de té no es agua hervida, sino té de dátil rojo con un rico aroma a azufaifo. Trozos de dátiles rojos y regordetes se hunden hasta el fondo y el té de color marrón claro se llena de vapor, que se siente pesado y cálido en la palma de la mano.

Después de comer un bocado de pastel y beber un sorbo de té de dátiles, Yan Ke sintió que su estómago se había curado mucho y el dolor en su cuerpo era menos obvio.

Miró al ocupado Yan Shinning y su sirviente. El amo y el sirviente estaban ocupados colocando una capa de ladrillos verdes fuera del huerto.

Yan Shinning vestía ropa tosca. Estaba medio agachado y rápidamente dobló los ladrillos azules esparcidos con las manos. Mientras jugueteaba con él, los ladrillos verdes formaron un escalón de un pie de alto y cinco pulgadas de ancho al lado del suelo de barro.

Estaba en el barro, tenía las manos cubiertas de barro, pero las comisuras de los labios estaban levantadas alegremente. Las tareas desordenadas se volvieron extremadamente fluidas después de pasar por sus manos. Había luz en sus ojos y su sonrisa era contenta y pacífica.

¿Por qué una persona así buscaría la muerte?

Yan Ke no pudo entenderlo al principio, pero ahora lo entiende, tal vez sea porque murió una vez que comprende el valor de vivir.

Ahora Yan Shinning está contento y autosuficiente. Yan Ke cree que Yan Shinning nunca volverá a hacer cosas estúpidas.

Los subordinados que vigilaban fuera del palacio frío deberían poder retirarse gradualmente según corresponda, ¿verdad? Hay una corriente turbulenta fuera del palacio, y la élite en el palacio debería quedarse con el príncipe ...

Después de que Yan Shinning y Bai Tao terminaron de colocar los ladrillos verdes a ambos lados del campo de vegetales, Bai Tao finalmente no pudo soportarlo más. Le recordó cuidadosamente a Yan Shinning: "Hermano Shinning, el guardia Yan lo ha estado observando durante mucho tiempo. "