Pescado Salado

187. El cerebro detrás de escena

Ji Yu se burló dos veces: "¿Sé amable, respetuoso, frugal y generoso? ¿Por qué no le preguntas a nuestro padre si lo ha hecho él mismo?"

El emperador Pingyuan cerró los ojos con cansancio y bajó la cabeza. En opinión de Ji Yu, esto era un signo de conciencia culpable. Ji Yu se burló y dijo: "Padre, sé que eres el que más me menosprecia. No soy tan amable como el primer príncipe, ni tan astuto como el segundo hermano, ni tan perseverante como el tercer hermano, ni tan bien portado como el séptimo príncipe..."

Hablando del Séptimo Príncipe, miró a Yan Shinning con duda. Si recordaba correctamente, el séptimo príncipe Ji Tan debería estar en el palacio del Príncipe Rong. ¿Por qué el ejército imperial no lo trajo aquí?

Pero esto no es importante. Lo importante es: ya sea el primer príncipe, Ji Ming o Ji Song, ya no son sus oponentes. En cuanto a Ji Tan, ya no representa una amenaza.

Ji Yu continuó: "Siempre te disgusté por ser estúpido pero padre, ¿alguna vez pensaste que tal vez soy el que más se parece a ti entre todos los príncipes? La sangre que derramaste para ascender al trono en ese entonces es no más que los míos."

Al oír esto, el emperador Pingyuan abrió los ojos. Ji Yu originalmente pensó que el emperador Pingyuan se llenaría de ira, pero al final, solo la miró con frialdad y volvió a cerrar los ojos.

Ji Yu de repente sintió una oleada de ira en su corazón, nuevamente así... No importa lo que hiciera, el emperador Pingyuan no era ni salado ni indiferente, e incluso parecía que no podía verlo. Se tragó el olor a pescado en su garganta y pateó a Ji Ming casualmente. Se puso las manos detrás de la espalda y caminó hacia la silla del dragón. Tenía los ojos inyectados en sangre y se burló: "Mi padre parece estar muy decepcionado con su hijo. ¿No estás feliz de que pueda vivir hoy?"

El emperador Pingyuan estaba apoyado en el reposabrazos, con los ojos cerrados e inmóvil. Su viejo rostro, que había sido torturado por la enfermedad durante varios meses, seguía tan tranquilo como siempre.

Ji Yu dijo provocativamente: "Pero soy más magnánimo que tú. Tú solo te atreviste a ocultar cosas en ese entonces, pero yo me atreví a asumir la responsabilidad. Escucha con atención: el primer príncipe que cultivaste con todo tu corazón está muerto, y el segundo príncipe Ji Ming. Pronto se convertirá en una persona muerta. Sin mencionar al tercer príncipe Ji Song. Lo destruí el año pasado y aún no se ha levantado. Verás, soy el único que puede heredar el trono ahora, pero lo sé, estás decepcionado. No hay nada que podamos hacer".

Tan pronto como Ji Yu terminó de hablar, sonaron exclamaciones en el pasillo. Muchos príncipes y ministros que fueron capturados fuera del palacio no sabían que el príncipe había sido asesinado. Cuando escucharon la queja de Ji Yu, no pudieron evitar maldecir.

¡No podían creer que Ji Yu dañara las piernas de Ji Song, y no podían creer que el príncipe de Chu Liao realmente fuera asesinado! El quinto príncipe Ji Yu es tan arrogante. ¿De verdad crees que Chu Liao no tiene poder real?

Pronto, el Ejército Prohibido caminó hacia la persona que maldijo más fuerte con un cuchillo, y al momento siguiente sus cabezas cayeron al suelo. Sangre roja brillante salpicó todo el suelo y el olor a sangre llenó el aire.

Los susurros cesaron de repente y nadie se atrevió a moverse, por temor a que el cuchillo del Ejército Prohibido cayera sobre sus cuellos.

El aire estaba sofocantemente estancado.

Mientras Ji Yu se giraba hacia un lado del ataúd y se concentraba en la confrontación con el emperador, Yan Shinning bajó la cintura y dio un paso adelante con cautela. La lesión de Ji Ming no se puede retrasar más. Si no recibe tratamiento médico, realmente morirá.