Pescado Salado

158. Prestigio de Liangzhou (Parte 2)

Los guardias, que habían experimentado muchas batallas, pudieron lidiar fácilmente con algunos funcionarios del gobierno. Después de un tiempo, llegaron al carruaje con varios funcionarios del gobierno atados. Frente al carruaje, la niña y los miembros de su familia se abrazaron y lloraron. Dentro del carruaje, Ji Song miraba la evidencia presentada por la niña con cara seria.

No esperaba que el gobierno de Liangzhou fuera tan corrupto, obligara a gente buena a esclavizarse y ocupara las propiedades de la gente... Lo más aterrador es que los funcionarios se protegen entre sí. Pensé que dado que Liangzhou estaba cerca del ejército de Chi Ling, los oficiales aquí tendrían que contenerse, pero resultó que era ingenuo.

La burocracia y el campo de batalla son dos mundos diferentes. En el campo de batalla, hay armas abiertas y flechas ocultas, que en el peor de los casos pueden costar la vida. Pero la burocracia es invisible e intangible. Una vez enredado, no sabes cómo mueres.

Parece que no hay forma de dejar el asunto de la cría de patos en manos del gobierno de Liangzhou. No solo eso, la mayoría de los funcionarios de Liangzhou tienen que dimitir.

Los ojos de Ji Song brillaron con frialdad, dobló con cuidado la evidencia presentada por la niña, la guardó en su bolso y la guardó con él. Luego levantó la cabeza y miró a Yan Shinning: "Aning, espera aquí, iré a la ciudad para reunirme con el gobernador de Liangzhou".

Si antes fuera Ji Song, lo habría pensado dos veces antes de movilizar tropas antes de actuar. Ahora Liangzhou es su feudo. En otras palabras, él es el rey de Liangzhou y todos los funcionarios de Liangzhou son nombrados por él. ¿Todavía le teme a algunos funcionarios? Incluso si saltan el muro a toda prisa, Ji Song y otros no son vegetarianos.

Yan Shinning originalmente quería seguir a Ji Song a la ciudad, pero al ver la mirada en los ojos de Ji Song, sintió que si iba, se convertiría en un lastre para Ji Song: "Está bien. Presta atención a la seguridad, esperaré por ti aquí."

Al ver la ansiedad en los ojos de Yan Shinning, Ji Song sonrió y le tocó la cara: "No te preocupes, volveré pronto".

Los guardias, los oficiales y soldados del ejército de Chi Ling galoparon en sus caballos, y el carruaje del príncipe Rong galopó hacia la ciudad del condado de Pingchang. Yan Shinning se paró en la carretera oficial y miró en la dirección en la que partía el carruaje. No miró hacia atrás hasta que el carruaje dejó de ser visible.

Ahora era la persona de mayor estatus entre los presentes. Cuando escuchó a los funcionarios suplicar clemencia, dijo con frialdad: "Cubranles la boca".

Si eres funcionario y no tomas decisiones por el pueblo, es mejor volver a casa y vender batatas. ¿De qué sirven funcionarios que se preocupan menos por la vida humana? Los funcionarios gubernamentales indiscriminados son sólo lacayos.

Los guardias que se quedaron bloquearon la boca de los funcionarios del gobierno y luego los ataron formando una bola. Al ver a los arrogantes funcionarios del gobierno en este estado, los transeúntes se sintieron muy felices: "¡Está bien! ¡Estos sinvergüenzas deberían haber sido tratados hace mucho tiempo!"

Los miembros de la familia Huang incluso derramaron lágrimas de alegría. Se apoyaron mutuamente y se arrodillaron frente a Yan Shinning. Yan Shinning rápidamente los ayudó a levantarse: "Levántense, levántense".

Después de decir esto, Yan Shinning levantó las manos hacia las personas que estaban mirando: "No se preocupen, el príncipe definitivamente hará justicia a todos". Después de una pausa, Yan Shinning agregó: "Por favor, regresen y díganle a los vecinos que el Príncipe Rong ha llegado a Liangzhou. Si tiene alguna queja, puede acudir a mí o al rey Rong con pruebas ".