La balada del cordero negro

Niño celoso

Hannibal se encontraba eufórico, casi brincaba en un pie de la felicidad,  su plan había salido justo como lo había planeado

"Hannibal, si un día necesitas hablar con alguien, quiero que sepas que puedes contar conmigo"

Le había dicho su querido Will apenas esa misma mañana, el director Crawford también le había notificado que el profesor Graham ahora sería su tutor escolar, que sus tíos habían sido ya notificados y estos habían estado de acuerdo, ya que había sido una recomendación de parte de la doctora Du Maurier

Era simplemente perfecto

Ahora era fin de semana, el instituto se encontraba   casi vacío ya que muchos alumnos aprovechaban para ir a casa con sus familiares, incluso Chilton salía y Hannibal no podía estar más feliz por eso, justo en ese momento se encontraba peinando su cabello, lavándose los dientes y buscando su mejor traje para salir a caminar "casualmente" por el jardín junto a la residencia de los profesores, después de dar un par de vueltas observo al maestro sentado en una banca del jardín mientras leía un libro, se acercó con cautela, pasando lo suficientemente cerca para ser notado pero fingiendo mirar a otro lado

- ¿Hannibal? ¿Que haces aquí? Pensé que irías a casa de tus tíos -

- ellos...están de viaje -

Parcialmente cierto, Robertus y Murasaki salían a menudo del país, pero siempre invitaban a Hannibal para que se les uniera, en esta ocasión con más razón el niño los rechazo

- oh, ya veo - Will bajo su libro - ¿quieres sentarte? -

Sin pensarlo dos veces, el niño se sentó junto a Will, aspirando su olor al estar cerca de él, podía adivinar que acababa de bañarse, ya que aún olía a  jabón y a esa rancia loción para afeitar, en otra persona Hannibal optaría por evitarle, pero tratándose de Will podía tolerarlo

- Hannibal...¿acabas de olerme? -

Ups, se había dado cuenta, Hannibal lo miró con toda inocencia que pudo e hizo su voz más pequeña

- lo siento... tu loción es un poco corriente, pero igual hueles bien -

Will levantó las cejas, entre sorprendido y confundido

- ummm...no te disculpes, la verdad no suelo prestarle mucha atención a los artículos de tocador, me regalaron la loción y solo la usé -

- ¿te la regalaron? ¿Quién? -

- un tío lejano que cada navidad me manda un regalo del sur -

Hannibal asintió

- entonces tienes familia...¿amigos?...¿novia? -

- familia si, tíos y un par de primos aunque estamos lejos, amigos...muy pocos, definitivamente no tengo novia -

- ¿y novio? -

Will miró a Hannibal, quien solo le veía con su fingida inocencia

- no...no tengo novio - carraspeo tratando de ocultar su incomodidad - pero dejemos de hablar de mi, dime ¿que haces tan temprano caminando por aquí? Si yo fuera tu no me levantaría de la cama hasta medio día -

- me gusta levantarme temprano, puedo hacer más cosas así -

- ¿en serio? ¿Que te gusta hacer? -

Hannibal esbozo una minúscula sonrisa

- me gusta dibujar, cocinar, tocar y escuchar música y tambien nadar -

- ¡wow! Esas son muchas cosas...a tu edad yo solo  hacía anzuelos y salía a correr con mis perros -

- ¿anzuelos? ¿Pescas? -